Los dominicanos no son tarados

Los dominicanos no son tarados

Se ha publicado en algunos medios que los dominicanos no reaccionan a los aumentos de precios ya que en el primer trimestre del 2011 se registran aumentos en el consumo de combustibles y en las importaciones nacionales y de zonas francas respecto a igual periodo el año pasado.

El Banco Central en su informe enero-marzo afirma que la gasolina importada subió de 1,708.000 galones en el 2010 a 1,970.600 galones en el 2011 (15%), cuando el precio aumentó un 45%. Pero el Ministerio de Industria y Comercio habla de que el consumo de gasolina subió un 28.69% en los primeros cuatro meses del año respecto al mismo periodo del año anterior.

Aquí hay una incongruencia, donde la cifra del MIC aparenta estar demasiado abultada, como pasa con todas las estadísticas oficiales. Que aumentó el consumo, no es de dudar, ya que el parque de vehículos en este país aumenta cada año considerablemente y especialmente en el 2010, cuando las tasas de interés estaban muy bajas y se financiaron miles de unidades a través de los bancos. Eso por definición, aumenta el consumo de combustible aunque quizás no explica la cifra del MIC. 

Otra posible explicación de ese aumento es que la crisis haya multiplicado los vehículos del transporte urbano e interurbano, que queman combustibles en exceso aunque tengan bajo cilindraje.

Pero no hay un solo dominicano de clase media y media baja, con un vehículo propio, que no esté tratando de ahorrar combustible (gasolina, GLP o lo que sea). Y esto último es evidente cualquier fin de semana, donde las carreteras del país no se ven tan saturadas de vehículos como un año atrás.

En cuanto al aumento de las importaciones, que pasaron de US$3 mil millones en el primer trimestre del 2010 a US$4 mil millones en el 2011, eso nada tiene que ver con un aumento en el consumo. En ese periodo los precios de las materias primas han aumentando sustancialmente donde el maíz subió un 80%, el trigo 35%, la soya 40%, aceites comestibles un 20% y así sucesivamente. Igual ocurre con el resto de los bienes importados, como alimentos procesados, leche, medicinas y otros bienes y materiales para todo uso, cuyos aumentos de precios oscilan entre un 20% y 70%.

Los dominicanos están consumiendo menos pero pagando más por los bienes que compra.

El otro problema es que esos aumentos del consumo de combustibles registrados por el Banco Central para el periodo enero-marzo, fueron previos al aumento de la tarifa eléctrica en junio (entre 11% y 30% promedio) que ha sido un golpe mortal en el presupuesto familiar. También del paquetazo tributario en junio que está impactando en los precios del dinero (tasa de interés) y en todos los bienes y servicios. Eso sin contar los despidos en las empresas, derivado de esos ajustes y del aumento del salario mínimo un 17% en abril pasado. Pero eso no es todo. En mayo y junio se incrementaron en un 14% los servicios de las clínicas privadas y entre 10% y 30% los colegios.

Los negocios detallistas en todo el país, que debe ser el indicador fundamental para determinar si realmente ahora se consume más o se consume menos  que hace un año, muestran en un 98% que las ventas se han caído aunque el gasto es igual o mayor por la inflación. Hagan una encuesta y podrán comprobarlo fácilmente o comparen la inflación anualizada con las cifras de recaudación de la DGII.

Esperemos el informe trimestral abril-junio del BC para comprobar que los dominicanos no son tarados.

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