Los dos serán una misma carne

<p>Los dos serán una misma carne</p>

El 26 de enero de 1962, en la Iglesia Santa Bárbara, aproximadamente a las 8 de la noche terminó  la primera etapa de nuestras vidas, de forma muy hermosa, yo diría que milagrosa y espectacular. En la ceremonia de nuestra boda el sacerdote repitió en forma muy normal todas las partes de la celebración. Lo que nosotros no sabíamos es que era real, que es un milagro pues efectivamente, Luz y Freddy pasamos  a ser “una misma carne”, ahora lo comprendo, ¡cosas de la vida!, gracias a Dios, la enfermedad del ALZHEIMER me ha hecho comprender ese misterio.

En nuestra boda quedamos convertidos en un solo ser carnal y espiritual.  Aquella primera etapa de amor, aquellos 2 años (1960 y 1961), ella “hija de María”  y yo ferviente miembro de la JOC, culminaron con lo que Dios tenía reservado para nosotros. Pero tantas cosas bellas no deben dejarse de lado. Recuerdo que subí a pies la calle Hostos, en compañía de Ana mi cuñada y otras amigas y amigos. La escuela de Peritos Contadores, estaba en la calle Hostos esquina Luperón, eran los tiempos de los profesores, Lajara, Sallent, Elpidio Jiménez, Adams, Baldepares, Ernesto Rodríguez, “La Caratini”, (Doña Josefita), Frías, Víctor Estrella Liz y otros tan meritorios como estos, quienes perdonarán mi limitada memoria en este momento.

Charlábamos sobre esas cosas de estudiantes y cuando llegamos a la humilde casita donde vivían, me dijo Ana, Freddy, ella es Luz, mi hermana, la cual llegaba de la universidad, como decíamos entonces, pues era la única y aun no era autónoma en el año 1960, así la conocí.  Hablamos un ratito, pues tenia que seguir caminando para cruzar el puente Duarte, que también era el único, pues el Ulises Hereaux,  ya no estaba en uso; por esa parte se bajaba la gran escalera de concreto, frente o al lado de “La Planta Eléctrica”, también única y cruzábamos en yolita, a 5 cheles, si teníamos, pues yo vivía en Villa Duarte.

Eso luego cambió, pues ascendí a tener una bicicleta cuando mi amigo Felipe Cavallo, ingresó a la Academia Militar de la Aviación Militar Dominicana, como cadete y me vendió casi regalada, por RD$ 5.00 (cinco pesos), su “Hércules” muy usada por cierto, ¡cuánto le agradecí el gesto, pues por la bici le estaban ofreciendo el doble!. Un día del año 1965, cuando íbamos para Ámina a buscar a nuestra pequeña hija Luz Inmaculada que la habíamos enviado con Argentina (nuestra empleada)  para el campo, fuimos en una bola gracias al Lic. Jorge Cócker, en su volkswagen. Pues vivíamos en el callejón de Regina, esquina Arzobispo Portes, y ese lugar estaba muy difícil; se decía que en cualquier momento “ entrarían  los yanquis ”. Decía que ese día, en el “REGISTRO” de la entrada de Santiago, me encontré con el ya teniente coronel, Cavallo, que estaba a cargo  de esas funciones y nos dimos un fuerte abrazo. ¡Que alivio!. Claro el llegó a General, era muy bueno.

Luz, recuerda la visita a donde Gladis Pepèn, nuestra comadre?, no se como te inventaste ese viaje a Villa Duarte, por que Doña Angélica no era fácil, si te hubiera descubierto te va mal. Claro que contaste con el respaldo de tu hermana  Ana y su amiga, su vecina, ¿ era Dania su nombre?, recuerdo que mamá les brindó jugo de naranja, ese día conociste a tu futura suegra o madre, la cual se fajó a cuidar a Inma para nosotros poder trabajar los dos.

Por cierto se que nunca olvidarás a Tony Cuello,  el estudiaba contabilidad en la universidad y cuando se iba para Cuba al seminario a hacerse sacerdote, te dejó su trabajo con su papá Don Antonio  Cuello, en la Editorial Duarte. Tony no hay duda alguna fue tu ángel protector, por cierto vive en Santiago, es muy feliz educando, siguiendo los pasos del viejo creador o mas bien continuador de la gran Academia Santiago. ¡Oh el profesor Don Antonio Cuello!, que gran maestro. Cuanta gente buena en esa Editorial Duarte, podríamos decir que ellos nos casaron. Luisa Pepèn, Manuel Cruz, Eduvigis, el Dr. Sócrates Cuello, Angelina del Monte y Rosalinda, Maricusa Cuello, Fifina, nuestra comadre, ella es la madrina de Leandro. Te  acuerdas de los muchachos de la imprenta, Florentino, Freddy y tantos  más, incluyendo a José Israel Cuello, que siempre fue un líder, ¿recuerdas cuando los “calieses” lo apresaron y lo llevaron a la 40?, se salvo por un milagro. No se me quede Rafaelito Cuello, el era un niño en esa época pero luego fue y es nuestro gran amigo, ¿tu recuerdas que se fue a Italia y estudió física nuclear?.

¡Cuantos recuerdos de la Editorial Duarte! ahí  fue que conocimos a Monseñor Pepèn, un gran consejero del pueblo dominicano y para nosotros en particular. El nos hizo el favor de bendecir nuestra primera casita de la avenida Ortega y Gasset en el año 1967 y luego nos trajo de Roma un cuadro donde su santidad el papa Juan XXIII, nos da  la bendición de nuestro hogar. Dios lo bendiga siempre y nos permita visitarlo.

Luz, volviendo a la noche de bodas lo cual marca el inicio de la segunda etapa. Nunca olvidaremos que llegada la hora de iniciar la ceremonia, no había llegado nuestro querido  padrino y Manuel Cruz entró  de emergente y así se inició el proceso, a los pocos minutos llego Don Félix María Rojas y ocupó su lugar como padrino y todo marcho de maravillas, el Padre Wenceslao de Sifuentes recordó que los presentes, familiares, amigos, serían testigos de lo que pasaría, por tanto deberían vivir con nosotros activamente la celebración de nuestro matrimonio y todos unidos dimos gracias a Dios, verdadero creador del amor.

¿Como ocurre el milagro?

Quizás si leemos con detenimiento lo que constituye el centro de todo, nos podemos dar cuenta  de la verdad.

Es posible que no fueran estas lecturas  pero en la ultima boda a que tu y yo asistimos estas fueron:

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Tobías ( Tb. 8, 5-10)

 La noche de su boda, Tobías dijo a Sara:

 “Somos descendientes de un pueblo de santos, y no podemos unirnos como los paganos, que no conocen a Dios”.

Se levantaron los dos y, juntos, se pusieron a orar con fervor. Pidieron a Dios su protección.

Tobías dijo:

“Señor, Dios de nuestros padres, que te bendigan el cielo y la tierra, el mar, las fuentes, los ríos y todas las criaturas que en ellos se encuentran. Tú hiciste a Adán del barro de la tierra y le diste a Eva como ayuda. Ahora, Señor, tú lo sabes: si yo me caso con esta hija de Israel, no es para satisfacer mis pasiones, sino solamente para fundar una familia en la que se bendiga tu nombre por siempre”.

Y Sara, a su vez, dijo:

 “Ten compasión de nosotros, Señor, ten compasión. Que los dos juntos vivamos felices hasta nuestra vejez”.

Palabra de Dios

Te alabamos Señor

SALMO REPONSARIAL 127

R/ Esta es la bendición del que teme al señor.

Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos. Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien;

R/ Esta es la bendición del que teme al señor.

Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa;

R/ Esta es la bendición del que teme al señor.

Esta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida; que veas a los hijos de tus hijos.

R/ Esta es la bendición del que teme al señor.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios

(Ef. 5, 2ª. 21-33).

Hermanos:

Vivan en el amor, igual que Cristo nos ha amado y se ha entregado por nosotros.

Sean sumisos unos a otros con respeto cristiano. Las mujeres, que se sometan a sus maridos como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia, Él, que es el Salvador del cuerpo. Pues como la Iglesia se somete a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en todo.

Maridos, amen a sus mujeres como Cristo amó a su Iglesia. Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada.

Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son.

Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie, jamás, ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo.

“Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne”. Es éste un gran misterio; y yo le refiero a Cristo y a la Iglesia.  En una palabra, que cada uno se ustedes ame a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete al marido.

Palabra de Dios

Te alabamos Señor

SANTO EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según San Mateo (Mt. 7,21,24-29)

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No todo el que me diga ‘¡Señor, Señor!’, entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre, que está en los cielos.

El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a aquel hombre prudente, que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se salieron lo ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió , porque estaba cimentada  sobre roca.

El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece  a aquel  hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó  la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron  contra la casa y se hundió totalmente.

Al terminar  Jesús este discurso, la gente estaba admirada de su enseñanza, por que lo enseñaba con autoridad y no como los letrados

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

Después de las lecturas el sacerdote tuvo su linda y bien sustentada predica y juiciosos consejos y continuó así: 

Ustedes han  venido aquí, hermanos, para que Dios garantice con su sello el amor que ustedes se tienen, ante el pueblo de Dios aquí congregado y presidido por su ministro.

Un día ustedes fueron  consagrados en el bautismo; hoy con un nuevo sacramento, cristo va a bendecir su amor , y les enriquecerá y dará  fuerza,  para que se guarden siempre mutua fidelidad y puedan cumplir con su misión de casados.

Por tanto, ante esta asamblea, les pregunto sobre su intención.

ESCRUTINIO

Luz y Freddy  ¿ vienen   a contraer matrimonio sin ser coaccionados, libre y  voluntariamente?

 Si, venimos libremente.

¿Están decididos  a amarse y respetarse mutuamente durante toda su vida?

Sí, estamos decididos.

¿Están dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente,  los hijos  y educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia?

Si estamos dispuestos.

CONSENTIMIENTOS

Así pues, ya que quieren contraer santo  matrimonio, unan sus manos y manifiesten su consentimiento ante Dios y  su Iglesia.

(Unen sus  manos derecha y dicen:)

Luz, ¿quiere ser mi mujer?

Si, quiero

Freddy, ¿quiere ser mi marido?

Si, quiero

 Yo, Freddy, te acepto a ti, Luz, como esposa y me entrego a ti, y  prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.

Yo, Luz , te acepto a ti Freddy, como mi esposo y me entrego a ti, y prometo serte fiel, en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.

El Señor que hizo nacer en ustedes el amor, confirme este consentimiento mutuo, que han manifestado ante la Iglesia.  Lo que Dios acaba de unir, no lo separe el hombre.

Amén.

BENDICIÓN Y ENTREGA DE LOS ANILLOS

El  celebrante dice:

Bendice Señor, estos anillos que bendigo en tu nombre, para que quienes lo lleven cumplan siempre tu voluntad, se guarden íntegra fidelidad el uno al otro y vivan en paz . amándose siempre.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro señor.

Amen.

(el esposo le pone el anillo al esposa diciendo:)

Luz, recibe esta alianza, en señal de mi amor y fidelidad a ti.

(la esposa le pone el anillo al esposo diciendo:)

Freddy, recibe esta alianza, en señal de mi amor y fidelidad a ti.

BENDICIÓN Y ENTREGA DE LAS ARRAS

Bendice Señor, estas arras que pone Freddy en manos de Luz y derrama sobre ellos la abundancia de tus bienes.

Amen

Luz, recibe estas arras como prenda de la bendición de Dios y signo de los bienes que vamos a compartir.

¿Pudieron apreciarlo, es cierto?

Nosotros libres y voluntariamente, al amparo de la palabra de Dios, con la humildad de Tobías y Sara, hoy nuevamente le decimos al señor “Ten compasión de nosotros, señor, ten compasión. Que los dos juntos vivamos felices hasta la vejez”.

Damos gracias a Dios, Pues está petición esta cumplida, aunque continuaremos hasta el ultimo día. Gracias  señor.

Tu, Luz, ha sido “parra fecunda”  en medio de tu casa; tus hijos Luz Inmaculada, Freddy Antonio, Patricia Alexandra y Leandro Eduardo Madera Soriano, “como renuevos de olivo”, han estado alrededor de tu mesa. Eso quiere decir alrededor de nuestras vidas. Han sido razón fundamental de nuestras luchas y ahí están, todos profesionales con suficientes meritos  como para que nos sintamos  orgullosos de sus esfuerzos y logros.

Nosotros hemos sido sumisos uno  al otro y yo comprendí que amándote a  ti como a mi mismo, sería semejante a como Cristo hace con su Iglesia  y por eso ambos abandonamos a nuestros padres y madres, para unirnos y ser los dos una sola carne.

Por eso estamos juntos en la salud y la enfermedad y así venceremos al ALZHEIMER, con la gracia de Dios. No importa si “no recuerdas palabras comunes o usas palabras equivocadas”; “si olvidas las cosas más comunes a menudo, como las habilidades del trabajo” o “pones las cosas en lugares inapropiados”; aunque “te sea difícil hacer algunas cosas rutinarias”; acaso “tienes dificultades a menudo con tareas complejas”; talvez “tu personalidad ha cambiado y estás confusa y recelosa , o en ocasiones sientes miedo”; ¿no sabes donde estas?  ¿No recuerdas que día es? Quizás pronto ya “no te interese  hacer algunas cosas, como cuidar las orquídeas, y mojar la grama o ir al campo a Boca de Nigua”; puede ser que “cambies rápido tu estado de ánimo o tu comportamiento” y hasta a veces harás “cosas que no parecen tener sentido”, todos estos síntomas, nos señala nuestra Dra. Deysi Acosta  que según  estudios son señales de ALZHEIMER, cada uno de ellos y otros, ahora son aliados de mi amor por ti, activan y aumentan mi interés, comprensión y tolerancia  y me mantienen unido a ti como Cristo quiso, que los dos seamos una sola carne. Te Quiero, igual en este 45 aniversario de casados, hoy 26 de enero de 2007, Día  de Duarte.

“JESÚS EN TI CONFIO”
Freddy A. Madera García 
Enero de 2007

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