Los dulces criollos retoman su hegemonía

Los dulces criollos retoman su hegemonía

Es el momento de los dulces criollos. Los paladares más exigentes y los amantes de la tradición están haciendo una apuesta por poner en el lugar que les corresponde a todas aquellas recetas con sabor dominicano que desde siempre han sido las protagonistas en nuestras mesas.

Sin dudas, populares creaciones gracias a las cuales nuestra gastronomía ha tenido siempre entre sus propuestas estrellas los dulces de coco, de guayaba, de batata, de lechosa, de piña, de cajuil, de ciruela, los tres leches… y una lista interminable.

La corriente actual es que estos dulces netamente dominicanos, preparados con insumos del campo y tradición familiar, ocupen los primeros puestos después de mucho tiempo en que algunas preparaciones y propuestas extranjeras tenían mucha presencia en el país.

“Tenemos casi treinta años haciendo dulces criollos, gozando de la preferencia y gusto de nuestros clientes, pero hemos visto resurgir en los últimos años un interés por este tipo de recetas”, comenta doña Josefina Mieses de Calderón, propietaria de Mi Vieja, un establecimiento familiar especializado en postres, pan y picaderas tradicionales. Y lo afirma con base.

Pues lleva desde 1988 comercializando, junto a sus hijas y su esposo, este tipo de productos.

“Realmente el mercado está competitivo, pero nuestros dulces se destacan porque son totalmente naturales, o sea, libres de preservantes, elaborados como en casa, con un ingrediente especial: el amor”, explica.

“Tenemos variedades únicas, porque son nuestras creaciones, tales como ‘Cortaditos de leche’ (dulce de leche cortada en capacillo), ‘Concón de coco’, y ‘Peritas de batata y piña’, todas son elaboradas artesanalmente”, destaca Mieses de Calderón.

Estas creaciones están disponibles en su renovado local, ubicado en el número 42 de la calle Camila Henríquez, en el Mirador Norte. Hace unas semanas han integrado un área de panadería y café, ofreciendo panes tradicionales, como el de agua y “sobao”, pero también integrales, con pasas y cereales. Además, un carrito de “Frío-Frío” típico.

La novedad: bajos en azúcar y empaques para viajeros. Pero “tradicional” o “clásico” no significa “anticuado”.

Respondiendo a la demanda del mercado, desde hace unos cinco años los responsables de Mi Vieja ofrecen a su clientela postres criollos bajos en azúcar, especialmente diseñados para personas que llevan un régimen alimenticio controlado, dietas, que sufren de diabetes o que simplemente desean disfrutarlos, sin consumir tanta azúcar.

“Ahora mismo hay un boom de este tipo de opciones, pero, realmente, nosotros desde que decidimos rescatar las recetas tradicionales, siempre nos pusimos como objetivo que fueran lo más saludables posible”, expresa la creadora de muchas de estas recetas, doña Josefina.

“Actualmente, elaboramos por encargo, dulces realizados con Splenda, pero también otros, como el ‘Cortado de leche con piña’, que no utiliza nada de azúcar”, argumenta. “Obviamente, nunca serán iguales a los originales, ya que los edulcorantes artificiales no producen almíbar, ni ofrecen la misma textura, pero los resultados son excelentes. Son muy aceptados y demandados”.

Propuestas especiales. Ahora que se acerca una de las épocas más movidas del año, en Productos Mi Vieja están ofreciendo propuestas especiales, con la intención de que el dulce dominicano protagonice todas las mesas, a nivel nacional como internacional. Entre éstas, su ‘Pan de Batata’ y sus exclusivas ‘Teleras con Anís’. Además, ofrecen el servicio de envasado de sus creaciones de manera individual y para viajeros, facilitando el transporte de los mismos al exterior.

 

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