Gallup-Hoy coloca a Luis Abinader encabezando las preferencias dentro del PRD, lo que para algunos estudiosos no bebería extrañar a nadie, puesto que los demás actores en conflicto, o quienes los asesoran, han pasado por alto el fenómeno de la fricción, ya que la fricción dinámica o estática entre dos cuerpos produce desgaste, lo que amerita mantenimiento, reparación o recambio.

Fricción entre sus dirigentes es lo que hace tiempo se ha venido produciendo en el PRD, y la gente lo percibe así. Y si el desgaste en los sólidos requiere reparación o recambio, mucho más cuando se produce en los humanos, pero los asesores no lo han querido comprender.

Incluso en la vida cotidiana, cuando en un vecindario o condominio hay una familia en constantes pleitos, sobre todo cuando rebasan los límites de su hogar, los vecinos quieren que se muden para que los dejen vivir tranquilos. Y eso está pasando con la familia perredeísta y una parte importante de la sociedad, que se ha cansado de los pleitos y resabios, sin importar de qué lado esté la verdad. Y como no pueden pedirles que se muden, han comenzado a buscar alternativas. Por eso comenzó a surgir Luis Abinader.

Pero esos números de la encuesta deben poner a meditar profundamente a Hipólito, a Miguel, como al propio Luis, ya que, independientemente de los altos o bajos niveles de aceptación que les asigna a cada uno, deberían preocuparse por la baja valoración de su partido. No quiere decir que esa será la situación del PRD en dos años, pero indican que el roce o fricción entre sus dirigentes ha provocado desgaste en las simpatías de su organización, y que los esfuerzos para colocarse en posición ganadora en el 16, requerirá demasiados esfuerzos, no importa quién sea su candidato.

A Hipólito, porque manteniendo fuerza, se puede apreciar que la fricción comienza a causar efectos; a Miguel, porque a pesar de mantener el control de la estructura del PRD, no ha logrado superar a los demás; y a Luis, porque todo parece indicar que su futuro está dentro del PRD, ya que ese nivel de aceptación del momento es en virtud de lo que acontece dentro del principal partido de oposición y no se puede trasladar a un escenario fuera de su partido. Eso ameritaría estudios específicos. Y porque si decide irse, debería estar seguro de quién será el verdadero líder en ese nuevo escenario.

En conclusión: Si los sectores envueltos en conflictos tomaran conciencia real de los efectos negativos que les está ocasionando la fricción, y como consecuencia la baja valoración que en estos momentos tiene el PRD en su conjunto, deberían ponerse seriamente a buscar fórmulas para encontrar salidas internamente. Y tienen por lo menos una, que es la Convención y el padrón de militantes a lo que me referí la semana pasada, porque cualquier improvisación podría representar una aventura fatal, pero para todos. Tanto institucional como personal.