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Cuando nosotros incursionamos como propietario de establo de caballos pura sangre de carrera en el desparecido Hipódromo Perla Antilla, en el año de 1979, lo hicimos porque habiendo sido fanáticos del juego deporte de las bridas foete y espuelas desde sus inicio en el año de 1944, año en que fue inaugurado dicho redondel.
La decisión de incursionar como propietario de establo, surgió porque un par de amigos que eran hípicos mil por mil, así me lo recomendaron, uno de ello el señor Melvín Medina, propietario del establo El Llanero, y el otro un joven de nombre José Rodríguez, el cual está residiendo en los Estados Unidos. Fueron muchos los ejemplares nativos que representaron nuestro establo el cual llevó por nombre Mister Márquez.
Me es grato recordar algunos de los nombres de los ejemplares nativos que defendieron nuestras sedas, entre ellos recuerdo Papagayo II, Felipito, Lucky Sweet, El Calabré, Sopita, El Mayimbe, Harbour Light, La Holandesa, Que Pasó, Júpiter, Sandrín, Doña Celina, Milvia, Don Medina, Que Cosa, El Caballo Mayor, Guánica, Siboney II, La India Siboney, y muchos otros que nos dieron muchos. Triunfos.
La verdad que disfrutamos de una gran experiencia como propietario de establo en el Perla.