Los electores están sometidos a prueba por campaña en TV

Los electores están sometidos a prueba por campaña en TV

POR JONATHAN WHEATLEY
La vida cambió para los que ven televisión en Brasil. Durante las próximas seis semanas, de lunes a sábado, serán invitados a sentarse frente a una avalancha de transmisiones de campaña de los candidatos postulados para la presidencia, diputados federales, senadores, gobernadores estatales y “vices” estatales: no menos de 100 minutos al día, en dos bloques de 50 minutos.

Lo mismo ocurrirá en la radio, donde están programados otros 30 minutos adicionales de anuncios en su mayoría de 30 segundos entre 8 a.m. hasta la medianoche, sin respiro los domingos.

Antes de que el ataque se desatara esta semana, a los electores se les ofreció la oportunidad de sopesar los candidatos para la Presidencia en una serie de entrevistas televisadas y la noche del lunes, el primero de dos debates programados en TV, antes del día de las elecciones, el primero de octubre. No resultó un espectáculo enaltecedor. El presidente Luis Ignacio Lula da Silva, que va tras la reelección, cayó bajo un duro interrogatorio en dos entrevistas televisadas. Interrogado sobre un supuesto plan de compra de votos en el Congreso, que se dijo había sido llevado por sus asistentes, alegó que, como presidente, no podría esperarse que él supiera todo lo que acontecía en su gobierno. Presionado con este tema y la marcha lenta de la reforma durante el tiempo que lleva en la Presidencia desde enero de 2003, pareció culpar al Congreso, los gobiernos estatales y a los miembros de su partido de izquierda, el Partido de los Trabajadores (PT).

Y optó por retirarse del debate. Los demás candidatos en el debate, se abstuvieron durante la mayor parte del tiempo de atacar las políticas respectivas, y en su lugar aprovecharon la oportunidad para criticar al presidente por lo que dijeron fue una falta de respeto a los electores.

A Geraldo Alckmin, del PSDB centrista, que dejara el puesto de gobernador del estado de Sao Paulo para retar al señor Lula da Silva, no le fue mucho mejor. El señor Alckmin, en fuerte contraste con el señor Lula da Silva, carece de “toque”, y su enfática manera es poco probable que haya entusiasmado a muchos votantes para los cuales él entra en la carrera como una cantidad desconocida.

También tuvo que enfrentar preguntas nada bien recibidas sobre su historial en la seguridad pública en el estado de Sao Paulo, donde a pesar de una fuerte reducción en los homicidios y otros crímenes durante su tiempo en el cargo, su imagen se vio afectada este año por la erupción de violencia contra objetivos de seguridad y civiles por parte de una pandilla del crímen organizado.

La participación más animada estuvo a cargo de Heloísa Helena Lima de Moraes Carvalho, una senadora, líder del P-Sol, de izquierda, un partido creado por disidentes del PT molestos por las políticas económicas de la administración de Lula, y la supuesta corrupción. Al igual que el señor Lula da Silva ha trabajado duro para subir de la pobreza a la prominencia pública.

Sin embargo, es poco probable que las entrevistas y debates tengan algún impacto en el liderazgo del señor Lula da Silva en las encuestas. Él cuenta con una mayoría fuerte, entre 46%-48% en los últimos sondeos, comparados con 20%-24% para el señor Alckmin, y entre 9%-12% para Heloísa Helena, como le gusta que la llamen.

Marcos Coimbra, de Vox Populi, una organización de encuestas, dice que las transmisiones de los partidos y la cobertura noticiosa de las elecciones son vistas solo por el 20% de la población. “De las personas que ven las transmisiones”, dice, “80% ya tiene decidido cómo va a votar”.

Tampoco el que el señor Lula da Silva se abstenga de participar en el debate afecta gran cosa su liderazgo en las encuestas, aunque el señor Coimbra dice que tendrá un efecto negativo en su imagen, algo que los demás candidatos tratarán de explotar. Mucho más influyente serán los anuncios más breves. De los 12 “slots” diarios para las transmisiones de TV de los que corren por la Presidencia, el señor Alckmin tiene cinco, comparado con los tres del señor Lula da Silva y una en días alternos para Heloísa Helena.

VERSION IVAN PEREZ CARRION

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