La electrofisiología es una rama de la medicina relativamente nueva que figura como subespecialidad de la cardiología y se ocupa de los problemas eléctricos del corazón. Y es que este órgano –mucha gente no lo sabe trabaja con electricidad, es decir que para cumplir su función de bombear sangre tiene que contraerse incesantemente gracias a una energía propia, suministrada por lo que podría llamarse su propia planta natural.

Para atender los problemas del sistema eléctrico del corazón están unos médicos que después de especializarse en cardiología hacen un entrenamiento de dos años en electrofisiología.

En República Dominicana, a pesar de haber 400 cardiólogos, solo existen tres electrofisiólogos: uno en Santiago (David Hernández) y dos en Santo Domingo (Frank Valdez Báez y Carmen Encarnación).

Aunque los electricistas del corazón son pocos en cualquier parte, llama la atención el número limitado existente aquí. ¿A que se debe esto?

Hernández, quien labora en el Hospital Regional Universitario José María Cabral y Báez y en la Clínica Doctor Bonilla, de Santiago, estima que es “fruto de los contrastes absurdos de nuestro país” el hecho de que solo haya tres electrofisiólogos. “Aquí tenemos comunicación de primer orden mundial, vehículos de millones de pesos y, sin embargo, no tenemos un laboratorio de electrofisiología, cuyo costo sería ridículo en relación con los beneficios que aportaría”, destaca.

Observa que el entrenamiento en electrofisiología toma dos años, se hace en el exterior y aporta conocimientos profundos de la fisiología cardiaca, principios de física, electrónica (para lidiar con marcapasos, desfibriladores, resincronizadores cardíacos, ablaciones, etc.), así como de farmacología y fármacodinamia.

En su opinión, en el país “definitivamente no existe una percepción general adecuada del papel del electrofisiólogo, pues generalmente se refieren los pacientes cuando las cosas de ponen difíciles o los medicamentos usados no quitan las extrasístoles o las palpitaciones. Con frecuencia se piensa que el papel del electrofisiólogo es solo para manejar taquicardias y manejarlas con antiarrítmicos. Muy raras veces se piensa en este médico desde un punto de vista de prevención de arritmias, en su papel con respecto a las indicaciones, implante, seguimiento y detección de fallos de marcapasos, desfibriladores, etc. Los cardiólogos sí tienen bien claro el papel del electrofisiólogo, pero por la inexistencia de laboratorios de electrofisiología no hay más alternativas que manejar los casos dentro de lo posible o referirlos a veces al extranjero”.