Los embriagantes caramelos

Los embriagantes caramelos

Son la debilidad de todo ser humano, su sabor y aroma embriagan por la dulzura que de ellos emana
HELEN JÁQUEZ

No importa su tipo cualquier ser humano está dispuesto a pagar el precio que acarrea el cometer este insignificante “pecado”. Ya sean chicles, caramelos, chocolates, gomitas o los tradicionales dulces criollos, todo el mundo cae rendido a sus dulces encantos.

Estas chucherías, como son llamados por muchos, suelen ser para los chiquitos de la casa el premio por su buena conducta, y para los adultos un dulce escape a las presiones de la vida diaria. Muchos prohíben su consumo, por considerarlos poco alimenticios o nocivos para la salud en sentido general. En el caso de los caramelos, la mesura y el equilibrio nos marcan las pautas  claves para disfrutarlos como se merecen.

Consumir caramelos y chicles es una opción saludable siempre que no abusemos. En sí, disfrutar del sabor de una golosina no es consecuencia directa de la caries. De hecho, cualquier alimento que contenga carbohidratos en su composición (como papas, pan, cereales, arroz), puede implicar la aparición de caries. Una correcta higiene dental es imprescindible para evitar problemas de salud en la boca. Un dato curioso sobre cualquier tipo de golosinas es que estos ayudan a disminuir la ansiedad que muchas veces provoca el hambre. Estos evitan el ingerir alimentos en demasía fuera de horas. Si usted consume cualquier menta o chicle 15 minutos antes de almorzar o cenar, usted puede sofocar la gula.

En una alimentación equilibrada es posible incluir dulces y caramelos.

De hecho, expertos en dietética aseguran que los alimentos azucarados pueden representar hasta el 10% de la cantidad de calorías que una persona necesita diariamente.

 Estos productos tienen  mucho azúcar, por eso es prudente  moderar su consumo. En cualquier caso, esas raciones controladas de azúcar y glucosa son muy beneficiosas para activar las neuronas, nutrir el cerebro y alimentar la memoria.

Caramelos de miel

Ingredientes:

• 200 gramos de miel
• 100 gramos de azúcar
• 1 cucharada de glucosa
• Manteca
• Agua

Preparación:

 Ponga a hervir en la miel, el azúcar y la glucosa.

 Cuando haya obtenido el punto de bola, pruebe para ver si está hecha la mezcla. Eche un poco de la pasta en agua fría y, si está lista, debería endurecerse.

Ponga un poco de manteca sobre una placa metálica y la mezcla hirviendo. Luego déjelos endurecer para su consumo.

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