Taipéi, República china de Taiwán.- Pasear por las cosmopolitas avenidas de Taipéi es adentrarse en una cultura que a pesar de estar en “el otro lado del mundo”, posee ciertos aires occidentales, los cuales convergen entre sus costumbres autóctonas y su historia milenaria.
Una deslumbrante y avanzada arquitectura compuesta por rascacielos por doquier, impresionantes monumentos con un gran valor y legado histórico te dan la bienvenida desde que arribas al aeropuerto.
Elementos como su gente (tan acogedora y servicial); el idioma, la gastronomía, la cultura, su arte, el té (cada uno de ellos interesantes y con el deseo de descubrirlos todos) te hechizan para invitarte a vivir una experiencia sin comparación alguna que pone en vilo hasta tu sexto sentido.
El temor al que me sometí, debido al largo trayecto por aire, sucumbió al llegar a esta isla, ante la emoción de vivir la experiencia de conocer uno de los países más jóvenes del continente asiático.
Verme cara a cara en la isla de Formosa, situada en las aguas del Pacífico Occidental entre Japón y Las Filipinas, con una sociedad que ha sabido desarrollarse vertiginosamente en el tiempo, aprovechando todos sus recursos, es algo impresionante, y más aún el hecho de que cada día que pasa se abre más al mundo. Algo digno de imitar y de estudiar minuciosamente.
Desde que pisas la tierra de Chiang Kai-shek, (primer presidente de Taiwán), quedas impresionado al ponerte en contacto con una cultura completamente diferente a la occidental, pero que ha sabido incorporar diversos elementos de civilizaciones de todo el mundo de manera armoniosa.
Su población está compuesta por un 95 por cierto de chinos de las etnias han, holos, hakka y otros grupos que se originaron en China Continental y un dos por cierto de aborígenes malayo-polinesios e inmigrantes de todo el mundo, en especial del sudeste asiático.
Lugares que debes visitar. Taipéi es una ciudad digna de visitar y descubrir, ofrece un sinnúmero de actividades artísticas, culturales, educativas y recreativas. Desde museos, restaurantes, plazas comerciales, mercados nocturnos, tecnológicos, reservas científicas, parque nacionales, entre otros, por eso se convierte en un destino turístico para todos los gustos y edades.
Taipéi 101
Considerado como el segundo rascacielos más grande del mundo -solo después del Burj Kahlifa, en Dubai- y el segundo ecológico más grande de Asia del Este, este edificio cuenta con un total de 106 plantas de las cuales cinco son subterráneos y 101 sobre la superficie, lo cual le suma un total de 508 metros de altura. En el piso 85 cuenta con un observatorio que ofrece una espectacular vista panorámica de 360 grados desde donde se puede observar toda la ciudad de Taipéi. Su estructura refleja ciertas características de la arquitectura tradicional China, con una mezcla armónica de elementos típicos de la cultura taiwanesa, por lo que si llegas a la isla Formosa, esta visita es imprescindible.
Museo Nacional del Palacio
Si quieres viajar en el túnel del tiempo y entrar en contacto con la historia milenaria de China, entonces debes visitar este lugar. Una valiosa colección de tesoros de objetos o artefactos procedentes de la corte de Dinastía Qing, integrada por más de 690 000 objetos, compone el museo. Su rica colección abarca toda la larga historia de China desde el neolítico hasta la etapa republicana, con piezas que representan la larga historia y la esencia del arte y la cultura de la civilización china. En el museo, que abrió sus puertas en 1965 y cuya historia se remonta a la Ciudad Prohibida de Pekín, el visitante puede observar objetos de bronce, pinturas, caligrafía, piezas de jade, curiosidades, libros, cerámica y archivos de la Dinastía Qing. En el futuro cercano el museo incorporará una sección sur, la cual será destinada a otras culturas asiáticas.
Monumento conmemorativo a Chiang Kai-shek
Fue construido en 1980 por el arquitecto Yang Zhao-cheng con la finalidad de honrar la memoria de Chiang Kai-shek, primer presidente constitucional. Este líder político nacido en China Continental trabajó a favor de la modernización y democratización de la República China de Taiwán. Luego de su fallecimiento, decidieron crear este monumento para rendir tributo a su memoria. La edificación principal cuenta con 70 metros de altura y está construida en mármol blanco. Allí encontrará colecciones de libros y objetos que pertenecieron a Chiang Kai-shek, así como su despacho, con una estatura de cera del extinto líder esculpida por el artista Lian Jian Cheng. También conserva reliquias, documentos, fotos y piezas de ropa y sombreros que utilizó.
Fortaleza de Santo Domingo
Ubicado en la zona costera de Tamsui (norte); Nueva Taipéi, Taiwán, este fuerte fue construido por España en 1629, sobre una colina alberga el Museo Histórico de Tamsui, el cual registra la historia de la colonización española y luego holandesa (1642). En el año 1661 el líder miliar chino Cheng Cheng-kung, mejor conocido como Koxinga, expulsó a los holandeses y en 1724 el fuerte fue renovado. Para 1860 la fortaleza de Tamsui fue abierta al comercio exterior, de acuerdo con el tratado de Tientsin, y en 1869, los ingleses empezaron a usar el fuerte como consulado, cerrando sus puertas en 1972. En 1980 la fortaleza fue devuelta a los taiwaneses y en la actualidad es un lugar histórico convertido en museo abierto al público donde son preservadas piezas históricas, tanto en originales como en réplicas.