Los enemigos de ayer son aliados hoy

Los enemigos de ayer son aliados hoy

El transcurrir de la vida soberana de Dominicana desde 1844  ha estado dominado por la participación de tres naciones, que con sus acciones bélicas alteraron el rumbo de la nación, pero la firme voluntad de los nacionales pudieron tomar sus propias riendas de nación soberana.

 Haití, al ser rechazado en 1844 después de su larga y nefasta ocupación del país por 22 años, emprendió una guerra de recuperación, que la firme decisión de los dominicanos de ser independientes, impidió  el retorno  a una condición  que hubiese aniquilado la nacionalidad.

 España fue solicitada por un grupo de dominicanos a protegernos que dudaban  de la viabilidad de la nación ante la amenaza latente de Haití de ocupar  la parte oriental de la isla. La Anexión, que el aniversario de la Restauración celebramos hoy, significó  un retroceso delicado, que encontró  el valor aguerrido de los dominicanos del Cibao,  que  en 1865 los españoles abandonaron el país después de llegar en 1861  con exceso de tropas a ocuparlo.

 Estados Unidos por siempre ha gravitado en la vida de la isla, y desde el siglo XIX mantuvo sus miradas para ocupar el país, cosa que lo logró en 1916 y más luego en 1965. Estas  intervenciones encontraron de frente a aguerridos grupos de dominicanos, que con el fusil o la pluma, repudiaron una acción en la última solo duró hasta septiembre de 1966.

 Tres naciones  mancillaron el suelo patrio en circunstancias que la sangre criolla y de los invasores  manchó la patria, que cada vez se recuperaría  dentro de su peculiar vida institucional de dictaduras  y de frágiles democracias, para llegar al siglo XXI y darnos cuenta de cómo esas tres naciones  gravitan en el desarrollo económico y social de la nación.

 De Haití, una oleada permanente  e ilegal de sus nacionales cruzando la casi inexistente frontera,  para encontrar el trabajo, la salud  y la comida que no tienen en su país. Hoy en día su presencia es indispensable para las más diversas tareas en la agricultura,  el turismo,  la construcción y en el mercado informal del chiripeo y poblar las esquinas principales de la ciudad para pedir limosna.

 España es hoy en día el principal  socio europeo del desarrollo turístico dominicano, y sus grandes inversiones en la costa este, hablan muy bien de la confianza de inversionistas que la han sembrado de hoteles todo incluido como una marca de fábrica nacional. Sus inversiones en otros renglones, en especial el energético,   indican la atracción por el país. Además a España han viajado centenares de dominicanos, creando una diáspora  muy productiva por las remesas que ahora se estremece ante la crisis española, obligando al retorno de cientos de compatriotas.

 Estados Unidos es hoy en día el principal socio comercial del país, que junto a Haití recibe la mayoría de las exportaciones, además de las empresas norteamericanas que, en las zonas francas, elaboran miles de productos para los grandes mercados internacionales. La economía  norteamericana del deporte acoge a cientos de jóvenes  dominicanos, que dedicados  al béisbol, han enseñado  sus destrezas convirtiéndolos en ídolos y una fuente de divisas. La millonaria presencia de dominicanos en Estados Unidos los han convertido  en una fuente de estabilidad para el país, ya que sus remesas ayudan al desarrollo. El turismo norteamericano abastece con miles de turistas a los hoteles y playas dominicanas, dominando el mercado turístico.

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