LONDRES. EFE. Uno de cada tres enfermos de cáncer de pulmón en el Reino Unido fallece a los 90 días de ser diagnosticado, lo que pone de manifiesto las dificultades de los médicos de cabecera para detectar signos tempranos de la enfermedad, según un estudio divulgado ayer.

Una investigación liderada por la doctora Emma O’Dowd llevada a cabo en la Universidad de Nottingham (en el centro de Inglaterra) concluyó que los médicos de familia en este país necesitan más ayuda a fin de poder reconocer a tiempo aquellos pacientes con alto riesgo de sufrir cáncer de pulmón.

Los científicos trataron de averiguar con ese estudio, publicado por la revista “British Medical Journal”, el motivo por el que en el Reino Unido hay menos supervivientes a ese tipo de cáncer que en otros países. La investigación halló que los enfermos de ese mal fallecen en un plazo de tres meses desde el momento en que se les diagnosticó el cáncer y uno de cada diez murió en menos de un mes. Según O’Dowd, “sorprendentemente” aquellos pacientes que recibieron un diagnóstico tardío habían acudido a la consulta de su médico de cabecera en cinco ocasiones durante los meses previos a su muerte. Por ello, esa experta consideró “clave” en su estudio averiguar qué síntomas presentaron los pacientes en las consultas médicas previas y cómo estos podrían ser mejor identificados por su médico para así establecer una relación con el cáncer de pulmón. “Estamos perdiendo a muchísimos pacientes en fases muy tempranas”, dijo.