Los esfuerzos de Hugo Chávez por enrumbar “revolución bolivariana”

Los esfuerzos de Hugo Chávez por enrumbar “revolución bolivariana”

CARACAS (AP) — El presidente Hugo Chávez tenía previsto en el 2008 enrumbar sin cortapisa a Venezuela por la vía del socialismo y profundizar su revolución. Pero en diciembre se encontró con un escenario inesperado: sufrió su primera derrota electoral en nueve años. 

El gobernante estaba convencido, luego de su abrumadora victoria en los comicios presidenciales del 2006, que tenía el capital político que necesitaba para impulsar una reforma radical de la constitución que eliminaba los límites a su reelección y establecía un estado socialista.  Pero la realidad fue otra.

Sus adversarios, después de una larga cadena de derrotas desde 1998, finalmente lograron un triunfo en el referendo del 2 de diciembre, dejando en evidencia que aún con su alta popularidad, sobre todo entre la mayoría pobre, sus ideas socialismo de estado son difíciles de digerir. 

Dificultad que incluso pueden ser más agobiantes el próximo año en Ecuador, y en particular en Bolivia, donde se impulsan cambios constitucionales en que sus gobernantes buscan establecer el llamado socialismo del siglo XXI.  El sociólogo alemán Heinz Dieterich, ideólogo del socialismo del siglo XXI y considerado mentor de Chávez, pronosticó que el gobierno venezolano y el de Evo Morales en Bolivia podrían sucumbir ante los ataques de la derecha en el 2008, en buena medida por sus “propias debilidades”. 

Morales y Rafael Correa de Ecuador tratan de “refundar” sus países y al igual que Chávez enfrentan severas criticas de aquellos que temen que el proceso se traduzca en una amenaza para la democracia por apuntar a concentrar más poderes en el presidente.  Los tres gobernantes coinciden en afirmar que persiguen el ideal de igualdad y justicia social, y prometen abatir la pobreza — que en Ecuador alcanza 38,3%, en Bolivia ronda el 60% y en Venezuela un 28%.

 Pero los modos de implantar el modelo socialismo, aunque tienen sus bemoles, han creado una profunda división en sus países, por la pretensión de ampliar el mandato presidencial, acrecentar el control del estado en la economía y los recursos naturales. 

“Más allá de la ofensiva contrarrevolucionaria de la oligarquía-imperial (elites locales y estadounidenses), las fuerzas progresistas en Venezuela y Bolivia han sido muy deficientes a la hora de convencer al electorado” de las bondades de un cambio de modelo político y económico, indicó Dieterich en una entrevista telefónica a la AP.

 “Si el proceso no se abre a la colectividad, si se mantiene la verticalidad actual, el camino andado se perderá”, agregó. 

Dieterich también pronosticó que la crisis económica podría azotar a Venezuela con fuerza en 2008 en caso que no se “tomen medidas urgentes” en materia económica. 

La economía venezolana depende excesivamente del sector petrolero, situación que podría derivar en una devastadora crisis en caso de una debacle en los precios del crudo.

 Chávez, en tanto, insiste en que la constitución debe ser modificada para dirigir a Venezuela por un camino distinto al capitalismo y romper con sus estructuras que —considera— se han traducido en pobreza, pese al temor de sus críticos de que el mandatario pudiera convertirse en otro Fidel Castro, su amigo y aliado cubano.

La afinidad de su gobierno con Cuba sería una de las causas de su reciente derrota electoral, según algunos analistas. 

“Incluso los chavistas quieren entender hacia dónde van y saben perfectamente dónde no quieren ir”, comentó el analista Luis Vicente León, directivo de la encuestadora privada Datanalisis, en alusión a Cuba.

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