MADRID, España.– Varios amigos de Santo Domingo me preguntan si los españoles, después de los atentados terroristas en París, están sufriendo de pánico como los franceses y los belgas, a lo que les respondo con un rotundo no. Aquí la vida cotidiana transcurre normal, sin temor alguno.
Tal es así, que el pasado fin de semana, el “Black Friday”, al igual que en otros países, incluyendo el nuestro, los establecimientos comerciales estuvieron abarrotados con largas e interminables colas de compradores de todos tipos de artículos.
El “Black Friday” coincidió con el inicio de la Navidad y el encendido de todas las luces de los pasacalles decorativos alegóricos a esta época, que iluminan las avenidas, calles, monumentos, como un cuento de hadas, que motiva a una multitud de personas a salir de sus hogares y pasear por los diferentes sectores del centro de esta ciudad.
La Plaza Mayor estuvo a reventar con la apertura del tradicional mercadillo de artículos navideños como pesebres artesanales, además de presentaciones artísticas, que convierten el lugar en uno de los favoritos de los madrileños. Solo en algunos puntos, observé agentes de seguridad, pero realmente estaban en un bajo perfil. En esta ciudad y en otras de España, las actividades de diversión, entre ellas las deportivas, los partidos de fútbol de la liga superior se celebran con los estadios llenos. Claro, que ahora la seguridad es mayor, pero no es algo cargante.
Lo mismo sucede con los bares, restaurantes, muchos se tornan difíciles de entrar por las tantas gentes que acuden a esos lugares contagiadas con el famoso espíritu navideño. No quieren que les hablen de tristezas, están negadas a que su país participe como aliado en guerra alguna, pues entienden que tomar parte de una acción bélica, es sinónimo de problemas.
El propio presidente Mariano Rajoy evade ese tema, pues está convencido de que si España ayuda a Francia a bombardear a Siria, entonces, pondrá a su país y a la ciudadanía, en la mira del terror y, también perderá miles de votos en la elecciones presidenciales que serán celebradas el próximo 20 de este diciembre.Esto no significa que no exista aquí algún peligro, pues Europa entera lo tiene. La nación más afectada es Francia, tanto que el turismo en ese país, el mayor del mundo, recibe anualmente 80 millones de turistas, ha caído de forma impresionante.