PUERTO PRINCIPE, Mar 3 (AFP) – La partida del presidente Jean Bertrand Aristide y la salida del jefe insurgente bajo presión estadounidense, así como la designación de un jefe de policía leal a Washington, revelan que Estados Unidos lleva la batuta en Haití.

Sea cual sea la verdad sobre las condiciones precisas de la partida forzada de Aristide el domingo, está claro que las presiones estadounidenses fueron decisivas.

En cuanto al presidente interino Boniface Alexandre, vive en la casa de un diplomático estadounidense, bajo protección de sus guardias, según una fuente occidental. Alexandre todavía no apareció por el palacio presidencial, tomado por marines con blindados el miércoles por la mañana.

Estados Unidos mostró la misma firmeza ante Guy Philippe, jefe de la insurgencia, que se estaba transformando en un líder populista y habría podido interferir en el proceso «democrático» que desea la comunidad internacional.