El estampado floral es uno de los favoritos de la decoración de todos los tiempos. Sin importar la temporada, se deja ver en casi todos los rincones de la casa. Nos aporta color y frescura y puede adaptarse fácilmente a cualquier estilo decorativo.

Al pensar en las estampas florales nos ponemos románticos y nos vamos al estilo vintage y el shabby chic tan mencionados en las últimas temporadas. Ese estilo provenzal y vintage es de muchas flores con aire retro.

Las flores siempre son bienvenidas pero ojo, mucho cuidado al utilizar este estampado en piezas grandes como un sofá, puede ser contraproducente si llega a ser algo que fatigue visualmente. Intenta usarlas en cojines, cortinas y hasta alfombras pues son piezas que puedes variar con mayor facilidad.

Si eres de las más sutiles trata estampados con flores discretas o colores neutros. Si te animas a grandes estampados con colores vivos como las amapolas con sus rojos vibrantes, puedes llevarlos a zonas de paso como un recibidor, pues impacta pero no cansa la vista. Si quieres llevar el uso del estampado floral al extremo, atrévete al mix and match, donde puedes combinar rayas y figuras geométricas con tus flores favoritas.

En los complementos decorativos también encontramos nuestras queridas flores, en cuadros, piezas y por qué no, vajillas como tazas y teteras que bien pueden colocarse como figuras decorativas en una bandeja. Para la habitación podemos vestirnos de flores en la ropa de cama y almohadones. Igualmente el papel tapiz puede ser llevado a nuestras áreas de descanso, escogiendo una paleta de colores suaves y dejando algunas paredes en tonos lisos.

Para los estampados florales hay que tener en cuenta una regla de oro, si el espacio es pequeño o poco luminoso, escoge flores pequeñas. Si cuentas con una estancia más grande entonces puedes decantarte por patrones de mayor tama
Juega con los tonos que ya tienes en tu decoración y añade esos toques de calidez que dan las flores con combinaciones dentro tu paleta de colores.