Los estrategas y la falta de un estratega del PLD

Los estrategas y la falta de un estratega del PLD

Al menos deberían felicitarse entre sí los hábiles estrategas dirigentes del PLD, Dr. Reinaldo Pared Pérez, secretario general, Dr. Radhamés Jiménez, representante de la facción del Dr. Leonel Fernández Reyna, presidente del Partido, y Dr. Rubén Jiménez Bichara, quien responde a la facción que lidera Lic. Danilo Medina Sánchez, presidente de la República, para procurar una solución armónica al problema interno que se plantea relacionado con las primarias abiertas o cerradas para la escogencia de los numerosos candidatos inscritos que aspiran postularse a la Presidencia de la República en las próximas elecciones generales a celebrarse en mayo del 2020. Inteligente ha sido su decisión que salva, por el momento, la crisis interna que se veía insalvable dada la pugnacidad existente entre sus dos principales dirigentes: El Lic. Danilo Medina, que pugnaba por primarias abiertas, y el Dr Leonel Fernández, por las primarias cerradas, ambos con justísimas razones, cediéndose este último su pretensión que deja complacido a su adversario, mientras, salvada esa brecha, dejada para después la más aguda y conflictiva situación que vendría a ser la posibilidad de una segunda reelección del presidente Medina, obstruido por un mandato constitucional que él mismo introdujo y juró respetar. Esa ficha es la que se juega el Dr. Leonel Fernández dándose por satisfecho perdiendo esa partida, confiado en el resultado final de la contienda, pues ninguno de los demás aspirantes al solio presidencial, salvo Danilo, goza de la popularidad, el carisma, la experiencia, la capacidad para vencerlo en buena lid, como candidato presidencial. Y ese el quid del asunto. Lo que atormenta y no deja de atormentar no solo al presidente Medina y sus acólitos como a todos los militantes y simpatizantes del partido sabiendo unos y otros que solo la unidad monolítica de todos ellos puede liberarlos del peso de sus acciones, de ser desplazado del poder por una oposición firmemente comprometida, no de palabras, con ponerle fin a la desbordante corrupción e impunidad existente, la violencia de género, la inseguridad social y ciudadana, la abismal desigualdad socio económica de la población , el enorme endeudamiento y déficit fiscal, los índices de pobreza, desempleo y deficiencias que revelan los estudios y las encuestas que han visto acrecentar esos males de manera alarmante, como nunca antes, durante los últimos años de gobierno peledeísta, no obstante sus publicitados logros alcanzados.
Al no abordar el problema de la re-postulación del presidente Medina, los estrategas escogidos por el Comité Central de Partido obraron con cautela. Evadieron un charco demasiado peligroso, insalvable, de tierra cenagosa. Llegado el momento, se necesitará de una estrategia genial que desate el nudo gordiano: la reelección, hasta ahora soslayada que garantice, no solo el triunfo de partido, que cuenta con recursos necesarios y el control judicial y de organismos electorales, también el sosiego, la tranquilidad de ambos líderes políticos fatalmente atrapados en su propia trampa. Según enseña la historia: “Las pequeñas discrepancias en la política generan otras de mayor peso, hasta que los acontecimientos adquieren características de avalancha y después son irreversibles.”