Bruselas. AFP. La Unión Europea alzó el tono el miércoles contra el nuevo gobierno egipcio al suspender la entrega de equipos de seguridad, pero mantuvo la ayuda a la población y reafirmó su voluntad de ayudar al país a salir de la crisis.

En un reunión extraordinaria en Bruselas, los ministros de Exteriores de los 28 países de la UE quisieron enviar «un mensaje equilibrado», según un diplomático. Primero «condenaron de forma inequívoca todos los actos de violencia» que causaron la muerte de centenares de personas desde hace una semana.

«La UE considera que las operaciones llevadas a cabo recientemente por las fuerzas de seguridad egipcias han sido desproporcionadas y han causado una cifra inaceptable de muertos y de heridos», afirmaron los ministros en las conclusiones de su reunión.

Además «condenaron con fuerza los actos de terrorismo como el asesinato de policías en el Sinaí, la destrucción de numerosas iglesias y los ataques a la comunidad copta».

La mayoría de estos ataques se han atribuido a los partidarios de los Hermanos Musulmanes del presidente depuesto Mohamed Mursi.

Más allá de las condenas, los europeos han querido dar un golpe en la mesa y han decidido «suspender las licencias de exportación de todos los equipos que puedan ser utilizados en la represión interna», como las armas ligeras utilizadas por las fuerzas de la policía. En el ámbito militar, «la cooperación se reexaminará», precisa el texto final.

La mayoría de los países europeos ya han decidido suspender sus entregas de armas. Estas medidas envían «una señal fuerte, clara y decidida» a los egipcios, consideró el ministro alemán, Guido Westerwelle. Pero su impacto será muy limitado porque el ejército egipcio se abastece sobre todo de otros países, empezando por Estados Unidos.

Los ministros también anunciaron una «revisión» de la ayuda global aportada a Egipto, aunque sin reducirla de inmediato. «Hemos decidido mantener nuestra ayuda a la población porque sufre ya enormemente. Sería un desastre reducirla ahora», explicó el canciller francés, Laurent Fabius.

La UE es uno de los principales proveedores de ayuda y primer socio comercial de El Cairo. En noviembre de 2012, anunció un amplio programa de asistencia de 5.000 millones de euros para el periodo 2012-2014, destinado entre otros a mejorar los sectores de educación y de salud.

La mayoría de estos proyectos se han paralizado debido a la inestabilidad del país y la ausencia de progresos en la democratización. Sólo 16 millones de euros se han invertido desde principios de año, según las estadísticas de la UE.

Los europeos tratan de conservar un papel de mediación entre el ejército y los Hermanos Musulmanes, a pesar de las crecientes críticas en El Cairo en contra de los occidentales y de la prensa extranjera.

Pero su influencia, al igual que la de los estadounidenses, está cada vez más cuestionada por los países ricos de la región, en particular Arabia Saudita, gran apoyo del nuevo poder.

Su jefe de la diplomacia, el príncipe Saud al Faysal, advirtió de hecho que su país no dudaría en compensar la ayuda a Egipto que los occidentales decidieran retirarle.