En la Sierra ecuatoriana, durante las fiestas de diciembre, se observa la costumbre de degustar los famosos pristiños con miel. Son el postre navideño por excelencia, nunca faltan en la mesa de los ecuatorianos de esta región del país,  junto con el conocido canelazo quiteño, licor rico y fuerte que se usa para combatir el frío de estas fechas.

Cada país festeja la Navidad a su forma y costumbres. Y el Ecuador no podía ser la excepción. Sus apetecidas recetas, engalanadas por los pristiños “como galletas fritas que se bañan con miel”, forman parte de sus tradiciones.

Pero ¿qué quiere decir este vocablo que solo se emplea en el Ecuador? Pristiño es un “ecuatorianismo” que aún no está aceptado por la Real Academia de la Lengua Española, y que también se conocen  como “fruta de sartén”.

Feria de los Pristiños.  En la Plaza Segunda Constituyente de la ciudad de Ambato, capital de la provincia de Tungurahua, aquella del volcán del mismo nombre en actual proceso eruptivo, desde hace medio siglo la Asociación de Comerciantes “Veinticinco de Diciembre” lleva a cabo anualmente la Feria de los Pristiños, que se prolonga desde la Navidad hasta el Año Nuevo.  Cuarenta asociados ofrecen los pristiños con miel a un promedio de un mil visitantes diarios con excepción del 24 y 25 de diciembre, cuando atienden a casi 2000 personas por día.

 Entre sus clientes, se escuchan expresiones tales como aquella de que la Feria de los Pristiños “es una deliciosa tradición”.

Receta

Receta de los pristiños

Para la miel                                                               

2 tazas de harina de trigo                                

1 taza de agua

1 cucharadita de polvo de hornear

1 taza de piña picada en cuadritos      

1 cucharadita de azúcar

1 bloque de panal y una taza de miel   

4 onzas de mantequilla

Ralladura de un limón y su jugo    

1 cucharadita de anís español  

1 cucharadita de clavos de olor

1 astilla de canela

1/2 taza de agua

5 huevos

1/2 cucharadita de sal

Aceite para freír

Preparación de la masa

Lleve al fuego la media taza de agua con la astilla de canela y el anís español.  Cocine por 10 minutos hasta que las especias suelten su aroma.  Retire del fuego, cuele y deje enfriar un poco.  En un recipiente cierna juntas la harina, el polvo de hornear, la sal y el azúcar.  Agregue la mantequilla y los huevos.  Incorpore todo bien.  A continuación vierta poco a poco el agua de anís hasta formar una masa suave, manejable y que se desprenda de las manos.  Deje reposar durante 10 minutos.  Extienda la masa con un bolillo en un mesón de trabajo, el mismo que deberá estar enharinado, y corte tiras rectangulares de 15 centímetros de largo por 4 de ancho.  Realice cortes en los bordes a manera de fleco y una los dos extremos para formar una rosca.  Fría los pristiños en aceite abundante hasta que se doren y sirva bañados con la miel.

Preparación de la miel.

Hierva el agua con los clavos de olor, la canela y la piña picadita,  luego de unos minutos que haya desprendido el aroma, retire los ingredientes aromáticos del agua.  En este líquido, ponga   a hervir  la panela o miel, jugo de limón y ralladura hasta que se reduzca a la mitad, dejar enfriar y bañar con esta miel los pristiños.