Los fogones de Barack Obama

Los fogones de Barack Obama

El presidente Barack Obama encontró al asumir el mando el 20-01-09 los fogones que su predecesor George Bush Jr. le endosó con las guerras de Iraq y Afganistán, el embrollo de Oriente Medio, el problema de los indocumentados y las pugnas con Irán, Siria, Venezuela, Brasil, Argentina, Ecuador y el irresuelto por 52 años de Cuba. Casi nada.

Estados Unidos no puede ganar la guerra en Iraq ni en Afganistán porque la estructura de las Fuerzas Armadas del imperio no está diseñada para una guerra irregular, sino regular, y los teatros de guerra de esos dos países, como resultó en Vietnam, es de guerra irregular, sorpresiva, relámpago, como estilizó el Vietcong adiestrado por el tío Ho Chi Minh y el general Vo Nguyen Giap.

Apenas se habían desvanecido las palabras de Obama ante los veteranos de las guerras en Atlanta, el 2 del presente mes anunciando el final de la guerra en Iraq para 2011, un coche bomba estalló en Kut, 160 kilómetros, al sur de Bagdad, matando a 33 personas, en respuesta a la fecha de retiro total de la intervención de Estados Unidos en ese país musulmán.

“Comenzaremos a dejar a Iraq, de manera responsable, a su pueblo, y forjar una paz ganada con dificultad en Afganistán”, preconizó al jurar su mandato el presidente Obama. Sus intenciones son unas. Las realidades dicen lo contrario.

En Londres, el 3 de este mes, el presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, declaraba que la coalición de Estados Unidos con el ejército fantoche afgano, pierde la guerra en Afganistán, cuando el talibán ha extendido sus bases operativas en Pakistán. La aventura imperialista en Iraq ha costado cuatro mil soldados muertos, 30 mil heridos y cerca de US$750 mil millones que junto a los US$700 mil millones para restaurar el sistema financiero norteamericano ha puesto una suma manicomial.

Son los gajes del stablisment y Obama, de cara a las elecciones congresionales de noviembre, donde los republicanos lucen airoso y envalentonados.

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