Los fraudes electorales

Los fraudes electorales

Elección múltiple en distintas urnas por parte de varias personas, boletas llenas de antemano, participación superior al cien por ciento en algunos distritos, amordazamiento de la prensa, cambio de padrones y votos de fallecidos, fueron algunos de los casos usados en el fraude del 21 de noviembre del 2004 en las elecciones presidenciales de Ucrania.

Se trata de una modalidad aplicada a lo largo y ancho del mundo, tanto a nivel de naciones como de instituciones públicas y privadas.

La historia registra los sonados casos de México, Uruguay, Alemania, Tailandia y los países bajos, en elecciones tanto presidenciales como municipales y congresuales.

República Dominicana no ha sido la excepción.

Hasta ahora se han dado unas quince técnicas diferentes sobre cómo efectuar un fraude.

Hay cerebros dedicados sólo a eso y que ofrecen sus servicios de manera clandestina e inescrupulosa.

Existen los llamados fraudes electrónicos, que es cuando se manipulan los sistemas informáticos que cuentan los votos; el mediático, ejecutado no en las urnas sino durante la campaña; el dislocamiento de padrones, este favorece mayormente al partido en el poder; el de urnas, aquí se usan votos falsos. Existen otras muchas formas más.

El estado de tranquilidad social de un país o de una institución se altera de manera muy peligrosa cada vez que en un proceso eleccionario se sospecha o se descubre que se produjo una alteración manipulada y amañada durante un proceso electoral.

Hay mandatarios que han tenido que abandonar el cargo- Richard Nixon, por lo de Watergate – y, otros, han tenido que salir huyendo del país, como fue el caso de Alberto Fujimori en el Perú.

Sin embargo, la ambición y ansias por el poder ciegan  a partidos y a líderes que poco les importa vulnerar todo el tinglado democrático reglamentario.

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