Los genios

Los genios

¿Porqué hay algunas personas que son mucho más inteligentes que otras? Esta es una pregunta de muy difícil respuesta. The National Geographic, en su canal de televisión presentó una serie de tv sobre el tema de la genialidad, que describe la vida en varios episodios de personajes que han hecho aportes sustanciales al bienestar de la humanidad. Se inauguró con la vida de Albert Einstein, prototipo de la genialidad, serie que he disfrutado al máximo, pues muestra que estos genios son seres humanos igual que cada uno de nosotros, con la diferencia de que hacen un uso más adecuado de la carga neuronal de la sustancia gris de sus cerebros.
¿Qué diferente tienen los cerebros de los genios? De: Sor Juana Inés de la Cruz, Galileo Galilei, Confucio, Miles Davis, Miguel Ángel, Isaac Newton, Marie Curie, Beethoven, Mozart, Shakespeare, Sigmud Freud, etc. ¿Cómo han podido ser tan creativos en la ciencia, la literatura, la industria, la filosofía, la música? Al paso de los años vemos que hay discriminación en la valoración de la “genialidad” y debemos aceptar con pesar que la carencia de oportunidades a grupos sociales y aun a razas enteras, disminuye el número de los humanos que debieran estar en esa lista. En este mundo actual “globalizado” ese nuevo individuo “genio”, podría estar residiendo en cualquier fase de esta tierra. Solo se necesitan: inteligencia, creatividad, perseverancia y un poco de suerte para hacer aportes trascendentes para cambiar el mundo.
Sueño con que algún día tengamos en nuestro país escuelas infantiles similares a Japón, como el caso del colegio privado Shotoku Gakuen, donde la admisión a esta institución educativa, dependerá del IQ superior que presenten los niños. El concepto de “inteligencia”, fue acuñado por el filósofo romano Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.). El IQ es un conjunto de preguntas distintas, cuyo objetivo es determinar los niveles de inteligencia. El IQ común es de una valoración promedio de 100 puntos para las personas que como usted y como yo no somos genios. Por el contrario a otras, en las muy dotadas puede pasar de 140 puntos y hasta más. Como todo auxiliar diagnóstico tiene sus pros y sus contras. Esos estudios de la valoración del cociente de inteligencia (CI), el primero lo desarrolló Alfred Binet (1857-1911) por encargo del Ministerio de Educación de Francia. El más empleado hoy día procede del psicólogo David Wechsler (1896-1981) WAIS por sus siglas en inglés.
La descripción de la genialidad empezó con los griegos, quienes consideraron que la sobreabundancia de bilis negra permitía la exaltación de la genialidad en los poetas y filósofos. Los frenologistas vienenses trataron de “localizar” en áreas cerebrales específicas la genialidad. Los craniometristas, que estudiaban las medidas y el peso de los cráneos y cerebros trataron por igual en vano de lograr una explicación. Hasta ahora no se ha podido determinar una fuente simple y única de la genialidad. Siempre he defendido que una “inteligencia excepcional” no es garantía absoluta de una genialidad potable. Una de las últimas aportaciones para clarificar el tema de la genialidad son los trabajos de Andrew Newberg y su grupo de la Universidad Thomas Jefferson, quienes mediante el uso de la Resonancia Magnética con tensor de difusión han logrado determinar que los “genios” tienen mucho más fibras activas en el área del cuerpo calloso en el cerebro. Esta estructura central formada por 200 millones de fibras neuronales es la parte que permite la conexión de los hemisferios cerebrales, el izquierdo unido con el derecho por ese puente. Estos defienden algo que tiene mucha lógica y es que la genialidad en el campo que sea, se debe a una mayor “conectividad” (plasticidad) de las neuronas cerebrales. Por igual la genética, ha tratado de explicar esa inteligencia superior y son tanto los genes implicados, que hasta hoy ni ella ha podido dar una explicación científica válida a esa suprema expresión cerebral que es la genialidad.

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