Los Gigantes aplican su juego y salen adelante

Los Gigantes aplican su juego y salen adelante

SAN FRANCISCO. Gregor Blanco temió lo peor, que su toque le había salido fatal. Pero la ejecución fue excelente, con una pelota que si acaso rodó unos cuantos metros por la raya de tercera base antes de dormirse.

Y así, por enésima vez en esta postemporada, la bendita buena suerte de los Gigantes les iluminó para llevarse el jueves una victoria 2-0 sobre los Tigres de Detroit en el segundo juego de la Serie Mundial.

Se acaba de entonar el «Take Me Out to the Ball Game» y el juego estaba empatado 0-0 en la baja del séptimo inning, cuando Blanco recibió la orden de hacer el toque para mover a dos compañeros en circulación sin outs. El jardinero venezolano no sólo cumplió con el toque, sino que la pelota se congeló en un reducido espacio entre la cal y la gramilla verde ante la mirada del pitcher Drew Smyly, el receptor Gerald Laird y el antesalista Miguel Cabrera.

San Francisco llenó así las bases, y luego una roleta de Brandon Crawford para una doble matanza con la combinación 4-6-3 empujó la carrera de la diferencia.

«Me puse a bromear con (el coach) Roberto Kelly al llegar a la primera base. Eso lo practicamos hoy», dijo Blanco. «Resultó ser el toque perfecto y puede ser que haya sido el mejor turno de mi carrera. No fue lo que realmente quería hacer. Pero al final me salió el mejor toque de mi vida y estoy agradecido».

«Uno a veces se puede precipitar con las ansias de poner la pelota en juego», añadió Blanco. «Me dije: ‘tócala y ponla en juego y deja que las cosas salgan solas»’.

Blanco también resaltó el factor de tener buena fortuna.

«El béisbol puede ser muy cruel; este es un deporte en el que necesitas suerte», afirmó.

Y suerte es lo que han tenido los Gigantes con varias situaciones en las que han sido beneficiados con pelotas que rebotan en una almohadilla para acabar en un doble o un contacto múltiple con el bate que despista a un infielder para también conseguir un doblete. Así las cosas, los Gigantes empacaron las maletas para embarcarse hacia Detroit con el fin de afrontar el tercer juego el sábado, respaldados por una ventaja 2-0 en la serie al mejor de siete partidos.

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No todo es suerte

Pero no todo es suerte. Fue lo que ocurrió en el segundo inning para evitar una anotación de los Tigres. Luego que Prince Fielder se embasó tras un pelotazo de Madison Bumgarner para abrir el segundo, Delmon Young empalmó un doble por el izquierdo. El corpulento Fielder recibió la luz verde del coach de tercera base Gene Lamont. Fielder fue cazado en home.

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