Los Gigantes se alejaron del abismo

Los Gigantes se alejaron del abismo

San Francisco (EEUU). Una derrota, en el cuarto partido de la Serie Mundial, hubiese dejado a los Gigantes de San Francisco al borde del abismo de la eliminación, y esa motivación y un espíritu de lucha incansable fue lo que hizo posible que viniesen de atrás y venciesen por 11-4 a los Reales de Kansas City.

Los Gigantes, que empataban a 2-2 la serie del “Clásico de Otoño”, que se juega al mejor de siete, podían respirar y tener asegurado al menos dos partidos más. Aunque el sexto tendrá que disputarse en Kauffman Stadium, de Kansas City, el próximo martes, y si hay un séptimo también será el mismo escenario.

Tres jugadores -Hunter Pence y los venezolanos Pablo Sandoval y Yusmeiro Petit– fueron claves en la remontada de los Gigantes que llegaron a la parte baja del quinto episodio con una desventaja de dos carreras (2-4), y sin poder superar los lanzamientos del abridor hispano, el zurdo Jason Vargas.

Pero todo cambió cuando surgió el bate oportuno de Pence y el izquierdo dominicano Juan Pérez para impulsar las dos carreras que pusieron el empate en la pizarra.

El partido comenzaba de nuevo para ambos equipos, pero especialmente para los Gigantes que estaban obligados a conseguir la victoria si no querían que el quinto partido fuese al todo o nada.

Todos dentro del equipo de San Francisco eran conscientes de esa realidad, pero especialmente Sandoval, el tercera base estrella de los Gigantes que se olvido de la fiebre y los síntomas de gripe y salió al AT&T Park a poner el bate oportuno y productivo.

“Panda Express”, como cariñosamente se le conoce a Sandoval, se olvidó que en el tercer partido se fue de 4-0 con rotura de racha de 25 partidos seguidos que se embasó, y pegó en la parte baja de la sexta entrada el sencillo por el jardín central que remolcó las dos carreras de la ventaja y victoria que rompieron el empate en el marcador.

Sandoval, el Jugador Más Valioso (MVP) de la Serie Mundial del 2012, surgió una vez más con el bate decisivo y el liderazgo que tanto necesitaba el equipo porque el pelotero venezolano volvió a poner todo el corazón cuando tuvo el bate en sus manos ante los lanzamientos del relevista novato Brandon Finnegan.

Bateador ambidextro, que tuvo promedio de .199 a la derecha en la temporada regular, ante los Reales consiguió su primer juego de dos imparables desde ese lado del plato en lo que va de la fase final.

Luego llegaría otro racimo de tres anotaciones en el séptimo episodio con su compatriota el jardinero central Grégor Blanco de protagonista al impulsar carrera y pisar la registradora.

Pero si hubo un jugador clave en el devenir de la remontada de los Gigantes, éste fue sin discusión el relevista Petit que consiguió el triunfo al colgar tres ceros luego que el abridor Ryan Vogelsong no pudo sobrevivir el tercero episodio.

Petit, de 29 años, llegó a las 12 entradas en las que no ha permitido carreras en la fase final y tiene marca de 3-0. El hermetismo que puso Petit (1-0) desde el montículo dio toda la confianza al resto del equipo y en ningún momento los Gigantes permitieron que los Reales les hiciesen peligrar la ventaja que poseían y les impidiesen conseguir la victoria que tanto necesitaban.

El piloto de los Gigantes, Bruce Bochy, fue el primer que expresó la gran satisfacción que sentía no sólo por el triunfo sino por la manera como el equipo había reaccionado en el campo. “Ha sido un gran partido, especialmente la manera como logramos remontar”, declaró Bochy.

“Lo he disfrutado al máximo como espero que también lo hayan hecho el resto de los aficionados y amantes del deporte del béisbol». Una noche después de que sólo acumularon cuatro imparables, los Gigantes respondieron con 16 hits y 11 carreras limpias que demostraron la aportación de todo el equipo.

Mientras los Gigantes disfrutaron de la gran victoria, los Reales prefirieron analizar con tranquilidad lo sucedido a partir del quinto episodio y la respuesta fue que esta vez el “bullpen” sin el dominicano Kelvin Herrera y Wade Davis junto con el cerrador Greg Holland, a los que el manejador del equipo, Ned Yost, les dio descanso, no aguantó la presión de la ofensiva de San Francisco.

El quinto juego se disputará el domingo y los Gigantes buscarán irse al frente con su abridor estelar, el zurdo Madison Bumgarner (1-0) contra el derecho James Shields (0-1), que se espera reivindicar de la derrota que sufrió en el primero cuando los Reales perdieron por paliza de 7-1.

Los Reales también confían que el bateo venezolano, que fue decisivo en el tercer partido con Alcides Escobar, Omar Infante y Salvador Pérez vuelva a resurgir y el equipo pueda regresar a Kansas City con la ventaja en la serie y más cerca del título del “Clásico de Otoño”, que no disputaban desde el año 1985 cuando ganaron a los Cardenales de San Luis (4-3).

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