Los grandes déficits amenazan las finanzas públicas

Los grandes déficits amenazan las finanzas públicas

Es un club en el que pocos países están cómodos de ser miembros: el del desastre del implacable déficit. Después de una década de buenos tiempos, los legisladores de todo el mundo han despertado a la consideración de que las dolorosas reducciones de gastos y aumentos de impuestos son necesarios para restaurar el orden de las finanzas públicas afectadas por la combinación de años de gasto excesivo y los efectos de la crisis económica global.

Las economías avanzadas entraron en la crisis financiera en el 2007 con un déficit presupuestario promedio de un 1.1% de ingreso nacional. Por este año la cifra ha aumentado hasta un 8.4%, mientras que los ingresos fiscales cayeron y los derrotados bancos fueron rescatados. La deuda neta general del gobierno está determinada a aumentar desde cerca de un 73% del ingreso nacional y las economías avanzadas en el 2007 a más de un 110% para el 2015, de acuerdo al Fondo Monetario Internacional (FMI).

Dominique Strauss-Kahn, director de gestión del FMI, dice que este aumento global en la deuda pública requiere apuntar a una rápida reducción de los préstamos de forma que las proporciones de deuda puedan comenzar a disminuir, algo que él advierte que requerirá de un “considerable esfuerzo sin precedentes”. Hay una pequeña alternativa, él agrega, si se falla en hacer eso ultimadamente debilitaría las perspectivas de crecimiento a largo plazo a nivel mundial”.

Los legisladores parecen haber asumido el mensaje. A lo largo del mundo, desde E.U. hasta Grecia, planean proceder a reducir el gasto y aumentar los impuestos. Reino Unido recientemente se volvió el último país en unirse al bando de la reducción. A este le siguen Alemania, España, Italia y Portugal, los cuales también en las semanas recientes han develado presupuestos de austeridad.

Algunas diferencias son ya aparentes. Las economías avanzadas están inicialmente planeando depender más de las reducciones de gastos; los países emergentes fuertemente se han cargado de incrementos de impuestos. Ninguno está seguro de cuál será el efecto combinado de esto en relación al crecimiento global, pero hay suficiente preocupación acerca de las consecuencias de que Estados Unidos lo haya puesto en agenda para la próxima reunión del Grupo de 20 economías principales.

Tras bastidores, Washington está aplicando presión sobre los países con finanzas más estables, tales como Alemania, para abstenerse muy rápidamente de ponerse el sombrero. Mientras se busca reducir los préstamos, el mundo puede realmente estar “unido en esa tarea”, tomando prestada la frase favorita de David Cameron, el primer ministro de Reino Unido.

Estados Unidos: con menos presión para el recorte.  El lujo de tener una divisa dominante. El lugar central del dólar dentro del sistema financiero global implica que E.U. se puede dar el lujo de constreñir la política fiscal a su propio ritmo. Mientras E.U. tiene un mayor déficit fiscal que la eurozona, la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica radicada en París, espera que este sea de un 10.7% de la producción del 2010. La crisis griega ha provocado un aumento para el dólar y las notas de la Tesorería de E.U.

El rendimiento a diez años de las Tesorerías había caído a inicios de abril desde un 4% hasta cerca de un 3.3%. Como resultado, Washington está sintiendo una pequeña presión del mercado para reducir su déficit, y pocos economistas esperan que esto cambie tan pronto como las finanzas de E.U. parezcan saludables en relación a otras finanzas alrededor del mundo.

En vez de los temores del mercado de bonos, E.U. tiene un intenso debate político acerca de los déficits y si puede gastar más en un estímulo fiscal. Steny Hoyer, el líder demócrata en la Cámara de Representantes, ha hablado de la “fatiga del gasto”. Sus oponentes republicanos han establecido “YouCut”, una votación pública semanal sobre la cual realizar la reducción de gastos, al estilo de American Idol. El esfuerzo principal en el control del déficit de presupuesto del presidente Barack Obama, todavía no ha pasado por el Congreso, es un congelamiento a tres años del gasto que no está relacionado a la defensa o a derechos tales como la seguridad social. Pero la defensa, los derechos y el interés de deuda superan más del 80% del gasto, y muchos republicanos han firmado una promesa de nunca aumentar ningún impuesto.

“Por cada caso hay una expresión de preocupación acerca de los déficits y de la deuda, pero hay indisposición a actuar sobre ello”, dice James Horney, director de la política fiscal federal en el Centro de Prioridades de Presupuesto y Política.

Una población  vieja hará más difícil reducir el gasto sobre la seguridad social y hay poco interés de volver a revisar la asistencia de salud después de la extenuante batalla del 2009 sobre dicha reforma. Eso deja los aumentos de impuestos, los cuales aún los demócratas es poco probable que presionen por ello en un año de elecciones congresuales.

España: el gran recorte. Las reducciones de gastos irritan a los sindicatos. En lo que se refiere a calmar a los desconcertados mercados de un déficit presupuestario fuera de control, del 20% de desempleo y del agobiante endeudamiento del sector privado, cierta respuesta de Madrid ha demostrado ser contraproducente.

José  Luis Rodríguez Zapatero, el primer ministro, se rehusó a reconocer la crisis hasta que hubo evidencia de una seria depresión económica hubiera acumulado a su alrededor. Su reacción inicial, un programa keynesiano de trabajos públicos, condujo a contener el desempleo y a apoyar la demanda de consumo, rápidamente empujó el déficit del sector público desde casi nada hasta cerca de un 11.2% del producto interno bruto en dos años.

Por la mayor parte de este año, el gobierno socialista ha estado tratando de convencer a los mercados globales de que este ahora se puede reducir a un 3% para finales del 2013. Su primer plan de austeridad, anunciado en aumentar la edad oficial de retiro desde 65 hasta 67 años, eliminando algunas deducciones fiscales, mientras imponen reducciones de gastos, una reducción de 6 millardos de euros (US$7.4 millardos, £5 millardos) en trabajos públicos y un congelamiento de la contratación para los servidores públicos. También ha sido anunciado un aumento de dos puntos porcentuales en el impuesto de valor agregado, a ser introducido el mes próximo.

Cuando la depresión  griega finalmente condujo a la creación de un fondo de rescate europeo, con la participación del Fondo Monetario Internacional, España entró bajo intensa presión para reducir más profundamente el gasto gubernamental y se puso en serio en relación a las grandemente demoradas reformas estructurales.

La respuesta fue la sorpresa del anuncio del 12 de mayo de un promedio de un 5% de reducción de salarios por cerca de 2.8 millones de los servidores públicos, seguidos por un congelamiento de un año. Los ministros vieron sus salarios reducidos por un 15%. Las nuevas medidas de austeridad también incluyeron un congelamiento en los incrementos de pensión, la eliminación de una excepción de 2,500 de euros de asignación por partos, una reducción de 600 millones de euros en ayuda extranjera y ahorros en el sistema de salud pública, principalmente a través de presión en la tasación sobre los suplidores de medicamentos.

Denominado como “el tijeretazo”, o el “gran recorte”, esto aumentó la ira de los sindicatos comerciales, pero también ganó aplausos de Bruselas y por el momento calmó los mercados.

Las cifras

80%

del gasto  superan más de esta cifra la defensa, los derechos,  tales como la seguridad social y el interés de deuda en Estados unidos.

3%

Pretende  reducir el Gobierno de España  el déficit del  sector público  para finales del 2013, el cual se encuentra en 11.2% del Producto Interno Bruto (PIB)

Las claves

1.  Advertencia del FMI

Dominique Strauss-Kahn, director de gestión del Fondo Monetario Internacional (FMI), dice que este aumento global en la deuda pública requiere apuntar a una rápida reducción de los préstamos de forma que las proporciones de deuda puedan comenzar a disminuir, algo que él advierte que requerirá de un “considerable esfuerzo sin precedentes”.

2. Reducciones de gasto

Las economías avanzadas están inicialmente planeando depender más de las reducciones de gastos; los países emergentes fuertemente se han cargado de incrementos de impuestos..

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE  ROSANNA CAPELLA

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