Los grandes partidos pequeños

Los grandes partidos pequeños

El sistema de partidos en República Dominicana se ha sustentado con sus altas y sus bajas a través de nuestra historia democrática, con una principalía del bipartidismo o el tripartidismo (PRD PRSC; PLD), de manera tal, que las restantes fuerzas políticas, reconocidas o no ante la Junta Central Electoral, pasan a denominarse «pequeñas» o «minoritarias».

Estos denominados partidos minoritarios por lo general juegan un importante papel en las coyunturas electorales que casi siempre les otorga el mérito de aportar al triunfo electoral de partidos mayoritarios; porque se constituyen en los «recolectores» del voto indeciso, de los sin militancia partidaria, y de aquellos que procuran el cambio político sin apostar a los candidatos de los partidos tradicionales. En esta oportunidad, los partidos pequeños jugaron un rol trascendental, al estar matizado el recién finalizado proceso electoral por una crisis económica, social y política que amenazaba con revertir el orden propio de la coyuntura, y sobre todo, por las crisis internas de dos de los partidos mayoritarios, el partido de gobierno (PRD) y el Reformista Social Cristiano (PRSC); situación que, condujo al surgimiento de nuevas fuerzas políticas, como es el caso del PAD del buen amigo y destacado periodista Raúl Pérez Peña (Bacho).

Paradójicamente, «lo grande» de algunos partidos mayoritarios se fue a pique; y lo «pequeño» de algunos partidos minoritario se convirtió en grande. Fuerzas políticas con un voto tradicionalmente fuerte como el PRD y el PRSC resultaron sorprendidas con sus bajas votaciones; pero sin mucho qué decir, porque sus respectivas crisis internas entre otras razones que las mantienen divididas no auguraban otro resultado. Y en el caso del partido de gobierno, el detonante lo constituyó la reelección presidencial, los efectos sociales y económicos de la presente crisis; y el surgimiento de una especie de fuerza paralela dentro del propio partido, el PPH, para empujar a la reelección. Sin dudas, que en este proceso electoral el aporte de fuerzas pequeñas fue muy significativo, sobre todo en el caso de los aliados al Partido de la Liberación Dominicana, que sumaron al PLD 292 mil 494 votos, para un 8.9 por ciento, lo que sumado al 49.02 por ciento que obtuvo el PLD, le arrojó el histórico resultado de 57.11 por ciento que le dio el triunfo arrollador.

Entre esas fuerzas minoritarias que apoyaron al PLD se destacaron el Bloque Institucional Social Demócrata (BIS) que preside José Francisco Peña Guaba, y la Alianza Por la Democracia (APD) que preside Max Puig, los que pasaron a ocupar el cuarto y quinto lugar como organizaciones políticas en la boleta electoral, al obtener 98, 278 votos, para un 2.72 por ciento y 84,566, para un 2.34 por ciento, respectivamente. En el orden les siguen la Fuerza Nacional Progresista; la Unión Democrática Cristiana; el Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD); el Partido Liberal La Estructura. Estos partidos minoritarios, incluidos los que participaron aliados al PRD como el Quisqueyano Demócrata, desplazado por el BIS del cuarto lugar en la boleta electoral; y los que participaron de manera independiente como la Fuerza de la Revolución y Nueva Alternativa, que aún no alcanzando sus aspiraciones políticas, tal vez utopías en muchos casos, hoy también se suman a la grandeza de los pequeños partidos por haber mantenido el valor de participar compitiendo en un torneo electoral con características tan especiales; ofreciéndoles al electorado las más diversas opciones electorales.

Pero, entre estos, cabe destacar el trabajo realizado por el Bloque Institucional Social Demócrata (BIS), y como nunca antes por la Alianza Por la Democracia (APD), organización que no sólo realizó una campaña electoral a la altura de la de los grandes partidos, sino que conquistó el quinto lugar en la boleta electoral, lo que le abre el camino para ir desafiando grandes retos y aportar de manera significativa a nuestro sistema de partidos y a la democracia dominicana. Con el fortalecimiento de los partidos minoritarios se fortalece nuestra democracia; haría falta que los partidos Revolucionario Dominicano y Reformista Social Cristiano comiencen por enderezarse, a corregir sus crisis particulares internas y a encauzar la ruta por el adecentamiento de nuestro sistema de partidos, con la colaboración de todos, principalmente del que ha alcanzado la victoria electoral. El triunfo del PLD ha sido el triunfo de todos; ha sido el triunfo del pueblo dominicano; pero ha sido el triunfo particular de las fuerzas minoritarias que lo apoyaron, muy en especial de estas dos organizaciones (BIS y APD), que contadas entre las minoritarias, desde hoy pasan a ser dos grandes partidos pequeños.

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