Actualmente hay una convocatoria para insultar a Dios. Uno de los disparates más irrisorios que he escuchado, según los griegos, una aporía”; porque siendo ateos, que con tal acto se contradicen.
Lo que en esta semana estas personas están haciendo, no es muy distinto de lo que antaño los griegos intentaron, pues cuando ellos crearon el pensamiento filosófico, base de toda ciencia del mundo de hoy, de una o de otra manera estaban “sacándole el dedo” a sus dioses. Porque lo siguiente sería una negación de su existencia, o en todo caso, una forma de mandarlos a la m…Con razón de sobra, porque los dioses del Olimpo eran cualquier cosa menos racionales, siquiera aceptable.
Para un solo ejemplo, Zeus, padre de los dioses, fue uno de que más amoríos tuvo, tanto con otros dioses, como con humanos. Una de las atrocidades de este dios fue el convertirse en serpiente y violar a su procreadora; y a su hermana Hera cuando, mediante disfraz, logró meterse bajo las faldas de esta diosa, y así le arrebató su virginidad.
Eran, en efecto, unos “degenerados”, muchísimo más que los que hoy día pretenden hacer estos espectáculos y convocatorias, con gestos y conductas obscenos, contra un Dios que ellos no conocen y que desprecian por supuestos daños y perjuicios que este les ha causado. Especialmente por haber establecido normas de vida y de conducta sexual decentes y llevaderas; contrarias a las que estos manifestantes pretenden hacerlas leyes universales para toda raza, sexo, nación y cultura.
Los griegos, contrariamente, sí tenían razón, porque aquellos dioses eran perversos, tanto que sus atrocidades forzaron a los hombres de esa época y cultura a pensar por cabeza propia: a contradecir lo que estos “olímpicos” les pudiesen aconsejar.
Así, inventaron su nueva y propia forma de pensar, de ver el mundo con sus propios ojos. Y eso los salvó.
Fue, posiblemente misericordia del “dios desconocido”, como ellos lo llamaban, o de alguien cuerdo en algún lugar del universo, quien les inspiró desarrollar el pensamiento racional, la lógica, raíz de todas las actuales ciencias naturales y ciencias de la conducta humana.
Pero no solo esto; los griegos, habiendo dejado atrás toda religión, carecían de argumentos religiosos o supersticiosos para racionalizar (ideologizar) nuevas formas de gobierno en los que una persona, casta o grupo tuviesen derecho a gobernar permanentemente, como era usanza de reyes y jerarcas de la antigüedad.
Y tuvieron también compulsión y bendición para crear la democracia: un sistema de gobierno del pueblo y para el pueblo; casi inmediatamente “adaptado” por los grupos de poder tradicionales en detrimento de las mayorías. Aunque, desde el punto de vista racional, es casi imposible encontrar algo mejor.
Similarmente ocurre con la ciencia y la filosofía, el pensamiento lógico-empírico. Porque, como casi todo sabio honesto sabe, dicho sistema de pensamiento no agota todo lo humano, y mucho menos lo auténticamente espiritual.
Rara vez hombres de ciencia han intentado contra el Dios que los mismos griegos llamaban el “dios desconocido”.
(Continuaremos, Dm)
Los griegos tuvieron compulsión y bendición para crear la democracia
Zeus, padre de los dioses, tuvo amoríos lo mismo con diosas que con humanas
Con su pensamiento filosófico, los griegos estaban ‘sacando el dedo’ a sus dioses