POR MIRFAK ROWLAND
Inmigrantes procedentes de las Antillas Menores colonizadas por ingleses, quienes se asentaron en la zona Este del país, mezclaron sus costumbres y tradiciones con las de los dominicanos hasta convertirlas en una sola, situación que originó una cultura con características muy especiales.
Entre los rasgos más característicos de esta cultura, llamada Cocola, está su música y bailes, que ha permitido la formación de grupos folclóricos, siendo uno de los más destacados el Teatro Danzante de San Pedro de Macorís, mejor conocido como Los Guloyas, que es un grupo de actores danzantes y músicos que representan obras de teatro asociadas al folclore inglés medieval y a elementos culturales de origen africano.
Los historiadores apuntan que el nombre de Guloyas se origina en la pieza teatral David and Goliath, donde el nombre de Goliath es pronunciado Golaia o Guloya. En dicha pieza es característico el grito: Goliath (Guloya) is dead (Guloya está muerto).
Sus ancestros, procedentes de las pequeñas islas de expresión inglesa como Antigua, Martinica, Saint Kitss-Nevis, Tórtola, entre otras, llegaron a República Dominicana a trabajar como obreros en la industria azucarera a finales del siglo XIX y principios del XX, para luego, al establecerse en el país, colocárseles el mote de cocolos.
Las actuaciones de Los Guloyas se llevan a cabo sobre todo entre el 25 de diciembre y el 6 de enero. Entre las representaciones teatrales de su tradición figuran The Bull, David and Goliath, Moko-Jombies, y demás.
Los bailes que trajeron estos inmigrantes son muy variados y excitantes y tienen como finalidad llevar a las personas mensajes de carácter social y religioso. Entre éstos cabe destacar el baile de los Zancos, el cual consiste en un danzante en altos zancos que no lleva nada en la mano, trajeado con una chaqueta brillante con muchos espejitos, unas mangas largas y el pantalón lleno de flecos. El grupo que le sigue va tocando y bailando.
Otro baile o juego es el Baile del Buey, con un personaje vestido completamente de rojo, con cuernos en la cabeza y con rabo de vaca, que representaba un buey que baila en las calles y corre detrás de las personas.
Además de los bailes y danzas, los cocolos celebran las parrandas navideñas, durante las cuáles van de hogar en hogar, en horas de la madrugada, entonando villancicos. El más famoso es aquel que cuyo estribillo reza así: Good morning, Good morning, give me the Guababerry, estribillo que se escucha en una de las canciones más conocidas del artista Juan Luis Guerra, y que ha recorrido el mundo.
Los cocolos han dado grandes aportes a la cultura dominicana en el aspecto religioso, educativo, teatral, gremial, culinario y deportivo.
PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
En medio de júbilo y alegría, los dominicanos celebraron el pasado viernes 25 la proclamación de Los Guloyas como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por parte la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Avelino Stanley, subsecretario de Cultura, expresó que para esta gestión de la Secretaría es un grandísimo honor y un magnífico logro el que esta agrupación cultural haya obtenido este reconocimiento, tras once meses de larga espera y luego de haberse elaborado y sometido el proyecto.
Después de que candidaturas de otros países han esperado años para conseguir lo mismo, la nuestra fue sometida dentro de 127 propuestas y fue escogida, lo que quiere decir que además del trabajo que hemos hecho dentro de la Secretaría de Cultura, se reconocen por su valor histórico y cultural para el país y para la humanidad.
Agregó que agradece, en nombre de la entidad que representa, que se le haya hecho un reconocimiento tan importante a esta agrupación, la cual, según él, es el fruto de la fusión de una cultura que vino, que se unió a la nuestra y que luego pasó a ser nuestra. Entonces es un reconocimiento a la República Dominicana.
Por su parte, Carlos Hernández, director del Museo del Hombre Dominicano, indicó que tanto la Secretaría como la institución que dirige, planean hacer un evento no sólo para los Guloyas, sino también para los petromacorisanos y para los dominicanos, actividad que se realizará próximamente en San Pedro de Macorís.
Se está gestionando un plan de acción para la preservación de este patrimonio cultural y se exhibirá un documental que narra la historia de Los Guloyas. Pretendemos hacer un DVD musical, recopilar la memoria social del grupo, impartir talleres para enseñar su música y recoger las piezas teatrales que ellos representaban, con el objetivo de dejar un importante legado a las futuras generaciones.
Según el funcionario, los recursos económicos que se obtengan con la venta de estos artículos se utilizarán para beneficio del grupo. Es nuestro compromiso ayudar a preservar los legados culturales de la agrupación.
Además, los Guloyas han creado una escuela para enseñar a sus descendientes a bailar la música propia de su cultura. Los Guloyitas, como son llamados, serán los nuevos relevos que sustituirán a la generación actual. Estos niños tienen el compromiso de no dejar caer este grupo cultural y preservar sus raíces y costumbres, puntualizó Hernández.