Los haitianos en día de duelo a un mes del terremoto

Los haitianos en día de duelo a un mes del terremoto

Puerto Príncipe, Haití (AP).- Miles de haitianos se agolparon el viernes en las iglesias de la capital en un día de duelo nacional, al cumplirse un mes desde que un terremoto mató a más de 200.000 personas y dejó a esta empobrecida nación desesperada por sobrevivir.

Los peregrinos llenaron los templos en el suburbio de Pétionville y los religiosos conectaron altoparlantes para que la gente en la calle pudiera seguir los servicios. Los líderes religiosos se reunieron en una ceremonia ecuménica cerca del averiado Palacio Nacional para rendir homenaje a los muertos.

Los himnos y la música religiosa retumbaron insistentemente por el apocalíptico panorama de una ciudad de edificios aplastados.

«Este día es para honrar a todos los que perdimos y mirar hacia el futuro», dijo Percil St. Louis, católico. «Todos necesitamos unirnos como nación».

Entre los muertos por el terremoto del 12 de enero había líderes de la Iglesia, misioneros y niños que estudiaban en escuelas religiosas. El arzobispo católico de Puerto Príncipe, Joseph Serge Miot, es uno de los muertos.

Los líderes de todas las principales religiosas participaron en la ceremonia ecuménica, pero sólo a último minuto fueron incluidos los sacerdotes del vudú. Los líderes del vudú estaban preocupados de que la ceremonia cristiana no incluyera los rituales que suelen ejecutar al orar por el pasaje de las almas al otro mundo.

Desde el sismo, algunos seguidores del vudú se convirtieron al cristianismo, algunos atraídos por la ayuda que brindan las misiones evangélicas y otros por temor a Dios.

«El terremoto me asustó», admitió Veronique Malot, una mujer de 24 años que dice haberse incorporado a una iglesia evangélica hace dos semanas cuando tuvo que alojarse en uno de los muchos campamentos improvisados. «El vudú ha estado en mi familia, pero el gobierno no nos ayuda. Los únicos que nos ayudan son las iglesias cristianas».

El vudú se desarrolló en el siglo XVII cuando los franceses trajeron a Haití esclavos del Africa occidental. Los esclavos obligados a practicar el catolicismo se mantuvieron leales a sus espíritus africanos en secreto, adoptando santos católicos para que coincidieran con los africanos, en lo que se conoce en religión como sincretismo. Hoy, muchos practican ambas religiones.

Desde el temblor, católicos, mormones, bautistas, católicos, cientologistas, testigos de Jehová y otros misioneros han llegado a Haití para alimentar a los desamparados, curar a los heridos y predicar el Evangelio en campamentos donde se apiña un millón de personas.

En muchos de los campamentos, camiones con altavoces difunden música con mensajes evangélicos mientras los misioneros hablan con las familias.

La Agencia para el Desarrollo Internacional, AID, de Estados Unidos, canaliza cientos de millones de dólares en ayuda al exterior cada año por medio de grupos religiosos, aunque no se conoce una cifra concreta de cuánta ayuda llega a Haití por medio de los grupos cristianos.

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