Los haitianos y el caballo de Troya

Los haitianos y el caballo de Troya

Tal como ocurrió miles de años, cuando los griegos fabricaron un caballo como regalo a los troyanos, los cuales nunca imaginaron que dentro estarían las tropas que los subyugarían, al derrotarlos y vengar el rapto de Helena por Paris, sucede en la actualidad otro tanto, con la invasión pacífica y planificada realizada por los hijos de Toussaint Louverture. La isla había sido única e indivisible desde el año 1697 hasta el año 1844. El patriota haitiano Toussaint Louverture, había votado una Constitución en la cual se consignaba que: “la Isla Hispaniola era única e indivisible”, afirmación que ha sido mantenida por las constituciones haitianas posteriores.
Nuestro historiador Daniel Balcácer, director de Efemérides Patrias, el mes pasado señaló que el Gobierno Dominicano debía prestar mayor atención a las ciudades establecidas en las provincias fronterizas, las cuales languidecen en razón del éxodo acelerado de sus habitantes y la suplantación de los mismos por nacionales haitianos.
Podemos afirmar, que la frontera dominicana solo existió durante el régimen de Trujillo. En aquella funesta “Era” cuando a un guardia los destinaban a la frontera, era porque había caído en desgracia o por culpar algún delito. Sin embargo, ahora, los guardias se desviven para que los pongan de puestos a lo largo de la extensa frontera, ya que el menguado sueldo que reciben es reforzado por el permitir que los ilegales crucen la misma, por una suma determinada de dinero. Por eso, en la actualidad la frontera es una quimera, donde solo los altos mandos, de vez en cuando, efectúan una de esas farsas con un nombre exótico “operación para salvaguardar la frontera”, agregándole para mayor énfasis “de los ilegales haitianos”.
Una vez señalamos que el presidente Leonel Fernández, en lugar de erigirles la Universidad en La Limonade, que originalmente se le iba a designar con el nombre del profesor Juan Bosch, sin embargo los haitianos lo cambiaron por el de Henry Christophe, que sepamos nunca ejerció el magisterio, pero sí se constituyó en Emperador, con una corte ridícula, que se suponía era para enfrentar las huestes militares francesas. Si ese dinero no se hubiese despilfarrado en una universidad, la cual tiene un ínfimo número de estudiantes y se hubiese invertido en uno, o dos hospitales de maternidad, de la vertiente haitiana, hoy no tendríamos la enorme cantidad de mujeres haitianas que vienen únicamente a parir en nuestro territorio, con las consecuencias legales que de esta acción se deriva, las cuales constituyen una mayoría de dos a una con respecto a las parturientas dominicanas.
Haití pertenece al CARICOM (Comunidad del Caribe y Mercado Común) organización que constantemente vitupera nuestro país tildándolo de xenófobo y racista; sin embargo, todos los miembros de esa organización caribeña rechazan tajantemente cuando los haitianos tratan de evadir su pobreza y se aventuran en frágiles embarcaciones para llegar a las islas Bahamas, Bermudas y la costa de la Florida. La semana pasada el Gobierno de Guyana negó dar refugio a 154 haitianos alegando que por el hecho de provenir de un país miembro del Caricom serían considerados como visitantes y no como refugiados. Este país Departamento de Francia, con una extensión territorial de 214,970 km2 y solo alrededor de 250,000 habitantes, sería el hábitat ideal para ellos, ya que hablan el mismo creole, está casi desahitado y hasta tienen el mismo color de la piel. Entonces ¿Por qué Francia, que conjuntamente con los Estados Unidos de América, Canadá y Venezuela, apuestan por la “unificación de la isla”, no destinan ese territorio para albergar miles de haitianos?
Brasil, Costa Rica, Ecuador, Venezuela, México y varios países de Centro América, se niegan a permitir la presencia de haitianos en sus territorios, pero cuando en contados casos cuando nosotros deportamos ilegales, nos caen para apabullarnos la O.E.A., Americas Watch y otras organizaciones que comulgan con la idea de la fusión. Que lo tengan presente: ¡Jamás lo permitiremos!
Es más fácil abogar porque sea nuestro país, casi tan pobre como ellos, que los albergue en nuestro territorio, depredando nuestros bosques para la elaboración de carbón vegetal, quitándoles plazas de trabajo en los hoteles turísticos del Este, acaparando el mercado informal de frutas en las ciudades y con ínfulas también de invadir el negocio del “motoconcho”.

Si algún día se suscita una conflagración cuando ya los dominicanos estemos hartos de tantos “pities”, habría que culpar los gobiernos del PLD, que han permitido esta “invasión pacífica” y de los guardias que debieran proteger la frontera y no comercializar con la misma.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas