Los Haitises: Reserva, patrimonio nacional, santuario

Los Haitises: Reserva, patrimonio nacional, santuario

La ecología, como estudio científico de la relaciones entre los seres vivos dentro de un mismo ambiente y de los no vivos unidos a ellos, algún día será la principal preocupación humana inteligente. Era la equilibrada actitud antigua de la cultura de nuestros aborígenes rota por el “descubrimiento”. En la actualidad toda la cultura occidental y su economía giran en torno a la rápida depredación para la capitalización urgente de los recursos naturales, sin medir consecuencias.

Hace 14 meses el azar de manos del compañero Pablo Acevedo me colocó en el escenario de un panorama extraordinario, vital y particularmente exclusivo de nuestra geografía, con su maravilla hidrográfica, geomorfológica, con sus sistemas costeros y montañosos, pulmón e hígado a la vez de la red de vida en la isla y sus vecindades, hablo de los Haitises.

Bahía de Samaná, El Valle, Sabana de la Mar; o más puntualmente Caño Hondo, Punta Arena, Caño Salado, Los Angelillos, Arroyo de Agua, Pinlancon (Por Monte Plata), Trepada Alta, Arroyón, etc., son puertas al paraíso del sistema Ecológico de Los Haitises, Parque Nacional al que debemos ser devotos y hacia él peregrinar, vivirlo, tomando de su enorme energía, aportando de la nuestra en reciprocidad.

Pero los lugares antes citados son en realidad vías hacia su devastación, por el posicionamiento  territorial de inversionistas y políticos, ganaderos y terratenientes con sus capataces y testaferros, que están detrás de los más humildes financiando sus actividades diversas por interés propio sin preocuparse de riesgos, o sanción por los daños. El caso se incrementó en las pasadas elecciones con la oferta de una parcela por voto a campesinos sin tierra que también han penetrado allí con “derechos políticos” adquiridos.

Intenté organizar conciencia para resistir esta situación pero la presión en contra fue mayor y apelé a plantear el caso a este periódico Hoy que sensible y receptivo envió un equipo de verificación y reportaje dirigido por Odalis Mejía, quien sacó públicamente los hechos que las nuevas autoridades de Medio Ambiente se empeñan en corregir contra la insurgencia de los afectados. Jaime David Fernández y Eleuterio Martínez no pueden ceder en la correcta aplicación de  la ley, y la opinión pública,  sin partidismo debe estar solidariamente con ellos sin preocuparse de los gritos de los afectados pretextando preocupación humana por lo más pobres, si, pero compinches de quienes los mandan y les pagan.

Aunque la pobreza es un producto de la injusticia social, no puede ser un escudo de las permisibilidades y oportunismos que nos llevan al caos.

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