La familia del coronal Rolando Martínez Martínez, quien fue hallado muerto de un disparo en la boca el pasado sábado en su vehículo, desconocía que él tuviera problemas emocionales, como indica la carta manuscrita atribuida a él, hallada en el lugar de su muerte.
En la nota Martínez confesaba que sufría depresión desde niño y que se consideraba una persona débil de carácter.
El día viernes 4 la Dirección de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto había reportado que Martínez se presentó al Ministerio de Defensa el día anterior a buscar el memorándum de su designación como encargado de Seguridad de la Tesorería, y que al salir de allí desconocían de su paradero.
Ese mismo día 3 de la visita de Martínez al Ministerio de Defensa, esta entidad publicó un memorándum en el que prohibió que los oficiales abordaran al ministro Carlos Luciano Díaz Morfa fuera de su despacho.
Circuló la versión de que Martínez intentó hablar con Díaz Morfa en reclamo de que el memorándum de su designación no había salido, pero se le impidió y le obligaron a abandonar el lugar.
En nota de prensa, la Policía Nacional dijo que la familia de Martínez afirmaba que éste recibía tratamiento por un cuadro depresivo, algo que la familia luego desmintió a varios medios de comunicación.
Un seguridad del área que lo vio cuando se estacionó en la calle 5ta del sector Los Ríos, en Arroyo Hondo, relató que Martínez salió de su vehículo y se fumó un cigarro. Dijo que lo veía intranquilo, como cuando una persona tiene algo que lo atormenta.
El empleado fue citado por las autoridades para ser interrogado este martes.