Los hermosos jardines del Convento Dominicos

Los hermosos jardines del Convento Dominicos

En la residencia del Convento de los Dominicos hay dos patios con hermosos jardines.

Si llegamos al templo del Convento de los Dominicos, primero de piedra construido en el año 1511,  entramos a la agregada edificación residencia de los sacerdotes,  encontramos dos preciosos patios jardines.

El segundo, aunque es pequeño, es el más acogedor, posiblemente debido a su variada formación.

Está abierto en un espacio rectangular rodeado de arcadas o claustros cuyos lados este, sur y oeste tienen más de la mitad del jardín con   distintas variedades  de flores, varias palmas pequeñas de estrechos troncos, grama y un par de preciosísimas  palmas del peregrino de gran tamaño, cuyas largas hojas   se abren en forma de abanico.

Delante de ella está imponente  un curioso pozo antiguo redondo totalmente enladrillado. Tiene un brocal actualmente cerrado con rejas y al medio se observa una polea con la soga con que antiguamente sacaban los cántaros de agua.

Lo divide un borde de líneas curvas de un suelo adoquinado donde  hay varios bancos de metal con decorados asientos formando curvas y hojas de acanto y, arrimados a la pared, se aprecian tres pequeños faroles de cuerpo estrecho para alumbrar de noche.

El primer patio, más grande, es jardín solamente y está abierto en una superficie cuadrada que tiene matas de diferentes flores, muchas en tarros y otras rodeadas de lisas piedras blancuzcas ovaladas, palmas pequeñas, dos altas matas de coco, grama y al centro,  un pino grande rodeado de un borde de ladrillos.   Lo cierran también arcadas con arcos de medio punto que surgen de pilastras de cuerpo rectangular cuyos vértices esquineros están cortados hondamente en lo laterales y tienen balaustres compactos.

Las de los lados este, sur y oeste son de dos niveles y en el norte hay una de un solo nivel, donde se aprecia del lado este un cuerpo del templo de piedra tallada en el cual hay una tronera grande cuadrada que sirve de tragaluz y más atrás, otros dos  más estrechos.

Sin embargo, el primer cuerpo presenta otro tragaluz grande, pero esta vez totalmente redondo con un grueso borde.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas