El ilustre escritor y patriota don Emilio Rodríguez Demorizi en su obra “Próceres de la Restauración” destaca, entre otros, al general Santiago Peguero, cuya proceridad proviene de que “Firmó un documento en favor de la Restauración”.
En ocasiones me provoca risa e indignación ver que diputados y senadores, cuyo aporte a la vida nacional ha sido asistir a reuniones y manifestaciones de un partido, tienen hasta la facultad de proclamar como Héroe Nacional a personas que puede ser que merezcan tal dignidad, pero…
Decisiones de ese tipo las tomo con pinzas, después que el Congreso aceptó el ingreso de los restos al Panteón Nacional del general Pedro Santana, quien ganó la deshonrosa condición de apátrida cuando cambió el digno título de “Libertador” por el de Marqués del reino español
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Hay quienes piensan que Héroe Nacional es un título que merece cualquiera, ello, aunque sé, respeto y reconozco que hay muchos héroes en distintas áreas del saber y del quehacer humano, pero, cuando se trata de la heroicidad de luchadores por la libertad y la democracia hay que respetar el accionar de hombres y mujeres en cuyos hombros ha sido sostenida la República en una y otra ocasión, esos sí son verdaderos héroes nacionales.
Me refiero a la desaparición física de Raúl Pérez Peña (El Bacho) e Iván Rodríguez, ambos luchadores sin descanso por la libertad, la democracia, los derechos humanos y la búsqueda de la felicidad para el pueblo dominicano.
Honores militares y menciones destacadas en la prensa recibieron en su momento los generales y genocidas que, en 1965, traicionaron la Patria al ponerse al servicio del invasor norteamericano.
Esos que se saciaron matando inocentes en la parte norte de Santo Domingo acompañados por tropas de los invasores, aún reciben honores y son recordados como si se tratara de militares que actuaron conforme a la Constitución. Habrá que ver qué le enseñan a los soldados y a los cadetes, estudiantes para oficiales.
Por ahí andan, sin el reconocimiento de la sociedad nacional, centenares, quizá miles de combatientes constitucionalistas: “Soldados del pueblo, militares de la Libertad” los bautizo en buen momento Juan Bosch.
Probablemente ha muerto una mayor cantidad de constitucionalistas que los que permanecemos vivos y orgullosos de haber tenido la buena fortuna de poder participar en una Guerra Patria, que no todas las generaciones han tenido la dicha de devolver a la Patria algo de lo mucho que nos ha dado. El más preciado galardón es la satisfacción del deber cumplido.
Gloria a Raúl Pérez Peña e Iván Rodríguez. Loor a los combatientes constitucionalistas.