Los higüeyanos, con tantas riquezas,
viven de espaldas al negocio turístico

Los higüeyanos, con tantas riquezas,<BR>viven de espaldas al negocio turístico

POR LEONORA RAMÍREZ
Aunque usted no lo crea, los higüeyanos les dan la espalda al negocio turístico. Es decir, fuera de las zonas hoteleras, que son manejadas por cadenas internacionales o locales, en la comunidad de Higüey no hay mayores atractivos para los turistas.

A excepción de la Basílica Nuestra Señora de la Altagracia, no existe  otro atributo para compartir.

Pero eso no se lo inventó un chico ácido cibaeño en ánimo de molestar a los higüeyanos; lo planteó Ernesto Veloz, presidente de la Asociación de Hoteleros y Proyectos Turísticos de la Zona Este.

En síntesis, él  quiso destacar que esa comunidad necesita de buenos restaurantes, de una calle peatonal, en fin, de  múltiples  negocios que evidencien que  se pasó del hato a la industria sin humo.

Después de analizar esa realidad, Veloz dijo en tono bajo “ojalá no haya ningún higüeyano aquí para que no me mate”.

En realidad los hay en el Grupo de Comunicaciones Corripio, pero no estaban presentes.

Mano de obra haitiana

No es fijación, pero siempre que los invitados son hoteleros se les pregunta por la mano de obra haitiana.

Para los que se preocupan por el tema, sepan que la construcción la dominan, que alrededor de 15,000 se dedican a esas labores, de los 18,000 que se estima viven en la zona de Bávaro-Punta Cana.

Pero hay algunas complejidades con esos inmigrantes, pues no solamente llegan con el propósito de trabajar, como es el caso de  la mayoría.

Algunos haitianos, especificó Veloz, se dedican a actividades delictivas, lo que ya representa una preocupación en la zona.

La presencia de esa población es tan grande, que anteriormente a  los residentes en La Otra Banda les decían “pata blanca”, pero ahora les llaman “pata negra”.

Los haitianos también aumentan los cordones de miseria en una zona que, paradójicamente es capaz de representar las características del Primer y Tercer Mundo.

Todo incluido o esclavismo

Domingo del Pilar, jefe de Redacción de El Nacional, estaba preocupado por lo que consideraba como un exceso de trabajo de los empleados que se dedican a la animación en los hoteles.

Veloz le explicó que sólo trabajan ocho horas, pero que estas se dividen en varios turnos y que nadie se pasa de su horario. Una chica ácida no quedó del todo satisfecha, por lo que comentó que ese todo incluido laboral se le parecía a una neo esclavitud.

El empresario afirmó que, hasta cierto punto, el trabajo turístico es esclavizante.

Un plan regulador

El Cluster Turístico de la Provincia La Altagracia agrupa a entidades públicas y privadas que trabajan por el desarrollo sostenible de la zona.

Juan Carlos Sánchez, su director ejecutivo, manifestó que elaboran un plan  regulador para que se normaticen las actividades turísticas y comerciales.

Porque Punta Cana creció solo, sin planificación estatal, aseguró Veloz al destacar que el empresario Frank Rainieri fue el gran visionario que apostó por la belleza de esa exhuberante zona.

Más leídas