Los hipocampos ilusos

Los hipocampos ilusos

Franklin Mieses Burgos escribió un poema titulado “Tienda de fantasías”. En ese escrito se mencionan numerosos objetos de la imaginación, entre ellos “una “crisma” perfecta de un niño sin infancia” y “un sueno congelado”. También había un “hipocampo iluso” almacenado en esa tienda, junto a otras muchas piezas sorprendentes. El caballito de mar mira las cosas a través de las aguas; es posible que las vea con un tamaño mayor del que en realidad tienen. En “Ubres de novelastra”, un personaje residente en Cuba, comenta el extraño poema, diciendo: “montones de jóvenes de las islas del Caribe cabalgan en el mar embravecido de la política como si fueran hipocampos ilusos, sin saber que viven alojados en una tienda de fantasías”.

Los asuntos políticos aparecen frente a ellos en una escala heroica, absolutamente imaginaria. Este personaje, interlocutor de un cubano, remata su explicación de este modo: “las naciones grandes pactan entre sí atendiendo únicamente a sus intereses estratégicos; no les preocupa mucho el dolor o el destino de los pueblos pequeños. Lo mismo da España que Francia; o los Estados Unidos y la Unión Soviética. Hacen arreglos políticos pasando por encima de cualquier consideración ideológica. En Europa del Este hemos visto estas cosas una y otra vez. Los cubanos no deberían hacerse ilusiones acerca de la conducta de los soviéticos.”

“Ninguna política económica o social puede fundarse sobre ilusiones y fantasías. Y lo que es cierto en relación con la política de las grandes potencias, también lo es con respecto a los asuntos internos de cada país. Los individuos tampoco deberían ver las cosas con “vidrios de aumento”, esto es, agrandándolas con ilusiones y fantasías políticas. Aquí entran en juego las actitudes mentales de cuatro generaciones de europeos y tres de hispanoamericanos”.

“La nacionalidad no cuenta; y si cuenta, cuenta muy poco. Los jóvenes son idealistas que se entusiasman con los conceptos simples; que no distinguen entre verdad filosófica y verdad histórica, entre los hechos sociales y las formulaciones abstractas. Existen hipocampos ilusos en Hungría, en Rusia, en Cuba, en la República Dominicana. ¡En todas partes! ¿Ha visto el gesto petulante y la manera solemne con que se desplazan en el agua los caballitos de mar?” (23/12/2014).

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