Científicos de la Universidad de Yale e Indiana llegaron a la conclusión que muchos hombres no saben identificar si una mujer está buscando con él amistad o sexo, debido a que no saben interpretar el lenguaje no verbal de las mujeres.

Los autores agregan que las mujeres pueden sonreír, aproximarse físicamente o tocar a su interlocutor cuando están interesadas sexualmente en él, sin embargo estos mismos recursos son usados cuando existe solo amistad o un interés platónico.

Es esta ambigüedad la que desorienta a los hombres más que a las mujeres”, escriben los autores del estudio, publicado en ‘Psychological Science’.

Esta menor habilidad para descifrar la comunicación gestual se detecta sobre todo en los varones más jóvenes, que aún no han adquirido experiencia en estas lides.

Para llegar a sus conclusiones, el equipo realizó un experimento con 280 individuos heterosexuales con una edad media de 19,6 años. El 63,6% era de sexo masculino y el 36,4% de sexo femenino.

En un ordenador personal, los participantes tenían que repartir 280 imágenes de mujeres vestidas en una de las siguientes categorías se coloco las frases: busca amistad, busca sexo, está triste o está rechazando al interlocutor.

Los resultados mostraron que tanto hombres como mujeres se equivocaron al situar fotos en la categoría sexual, cuando correspondía a amistad, aunque los fallos fueron más numerosos en los varones, un 12 % frente a un 8%.

Asimismo se logro determinar que el 37,8 % de los hombres que vieron una imagen en la que la mujer mostraba un interés sexual la identificó como amistosa; algo que hizo el 31,9 % de las féminas. Esta confusión de intereses indica claramente que los errores se deben a la dificultad para descifrar las señales no verbales y no a una obsesión generalizada de la sociedad por el sexo.

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Cuestión de forma y fondo

Es cierto que los hombres a veces exaltan los atributos sexuales de una mujer, pero también es cierto que en otras ocasiones los infravaloran, agregan los autores. Los autores concluyen que son Ellas las más sensibles para interpretar los sentimientos de los demás, sea tristeza o alegría.

Amor de pareja

Lo que mantiene la relación, a la larga, no es el sexo, sino otros factores como la admiración, la costumbre, el cariño, el amor… ¿para perdurar se necesita amor? Hay personas que, aunque no lo reconozcan, los deseos en general hacia su pareja se acabaron –y no sólo el sexual- y mantienen la pareja por necesidad económica, por miedo al cambio, por los  hijos –eso es lo que dicen- por el qué dirán, por la presión social, por el miedo a la soledad, por la inseguridad psicológica …  Hay personas que sienten que, aunque el deseo sexual no se acabe y sea fuerte, no desean seguir en pareja con esa persona porque desean experimentar otras relaciones. O hay otros aspectos de la relación que no les compensan; hay personas para quienes el deseo sexual por alguien se acaba porque aparece otra persona a quien desean más o por que sintieron que su deseo sexual no era sino el reflejo de otros deseos hacia su pareja: inteligencia, audacia, capacidad resolutiva, empuje, afán se superación. Y que, una vez que se acabaron esas categorías y dejaron de percibirlas en su pareja, entonces el deseo sexual dejó de existir. En estos casos el deseo sexual es el espejo de las expectativas hacia la pareja.