LOS HOTELES MÁS ICÓNICOS DEL PAÍS

LOS HOTELES MÁS ICÓNICOS DEL PAÍS

Hotel Jaragua

Desde hace años, República Dominicana es uno de los destinos preferidos por muchos extranjeros para vacacionar, por ese motivo, el negocio de la hotelería se expande vigorosamente y no es raro que cada vez se construyan más y más habitaciones para ofrecer alojamiento, no solo a ellos, sino también al público local.
Y aunque actualmente hay hoteles en todas las regiones del país diseñados para todo público (para aventureros, de sol y playa, de montaña, para familias, para parejas…), hay unos en específico que llenaron una época y tienen un lugar en las hojas de la historia dominicana.
Algunos de ellos, ya no están o han cambiado de nombre, pero otros se han mantenido y mejorado a través de los tiempos.
Muchos de esos hoteles eran los espacios que alojaban las más importantes reuniones y eventos que se celebraban desde los años 40 y 50.
En un artículo escrito por el arquitecto e historiador de la arquitectura dominicana José Enrique Delmonte Soñé, se constata que estos hoteles fueron construidos por Rafael Leónidas Trujillo en su afán de consolidar la imagen de modernidad y vanguardia que el Estado quería difundir de la capital dominicana.

Hotel Hispaniola.  Delmonte Soñé explica que con la realización de la Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre, en Santo Domingo (1955), se incluyó la construcción de hoteles de cierto nivel para alojar a los  visitantes. Ahí surgió el hotel Paz, hoy conocido como Hispaniola, con parámetros de diseño manejados por Guillermo González Sánchez.

El Hamaca.  Este fue el primer hotel de playa,  diseñado por González Sánchez, también en 1955. “Esta pieza de arquitectura se posaba como una nave en tierra, en una alegoría sutil a su condición de hotel de costa. Sin precedentes en el país, el Hamaca tenía la particularidad de participar de un contacto directo con el mar donde parte de sus espacios estaba literalmente sobre el agua”, indica el documento de Delmonte. Con la construcción del Hamaca, por orden de Trujillo, se inició la época dorada de Boca Chica. Este hotel se convirtió en un emblema y atrajo a políticos, diplomáticos, hombres de negocio,  artistas y otras personalidades del jet set. Fue en este hotel donde Trujillo le brindó asilo político a Fulgencio Batista después de la revolución cubana.

Hotel Matum.  Fue construido por el ingeniero  Bolívar Patín Veloz e inaugurado en 1954. Este hotel de Santiago ha sido testigo de importantes acontecimientos. Uno de ellos es que desde este lugar, las fuerzas comandadas por el coronel  Caamaño y el entonces capitán Monte Arache, repelieron un ataque del Ejército y la Fuerza Aérea, en la guerra civil de diciembre del 1965.

Hotel El Embajador. Es uno de los primeros edificios de grandes dimensiones construidos en el país. Fue diseñado por el estadounidense Roy France e inaugurado en 1956. Esta obra monumental, con 289 habitaciones, fue el primer hotel del lujo que se construyó en el país.
En sus habitaciones se hospedaron personalidades como el afamado diseñador dominicano Óscar de la Renta y el actor mexicano Mario Moreno, “Cantinflas”.

Hotel Jaragua. Desde que abrió sus puertas, el 17 de agosto del 1942, en plena Era de Trujillo, se convirtió en un lugar donde acontecían las principales fiestas de la ciudad, por lo que ya es un ícono nacional. En 1985, inversionistas norteamericanos lograron un contrato de administración con el Estado dominicano, en el cual se comprometieron a demoler el edificio y construir una torre, que se inauguró en 1989; pero luego de dos años se fue a la quiebra, por lo que se vieron en la necesidad de vender, fue entonces (1991) cuando Ramada Renaissance, un grupo de Hong Kong, empezó a administrarlo.
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