Danilo y Gonzalo deberían respon- der por fallas en la Circunvalación
La Autopista 6 de Noviembre es la principal vía de conexión entre la ciudad capital y el Sur del país, juntamente con la circunvalación Haina-Santo Domingo que la conecta a la autopista Duarte.
El señor Gonzalo Castillo, aún con la cola que arrastra su deteriorada imagen por su cuestionable gestión en el Ministerio de Obras Públicas, será recordado junto al expresidente Danilo Medina, como los artífices de esas obras de incuestionable utilidad para el transporte y comunicación entre grandes provincias del país.
Sin embargo, así como los padres responden por el comportamiento de sus hijos, ambos deberían ser cuestionados por las burdas fallas de construcción y terminación (hoyos) de esas estructuras, muy especialmente los paseos, retornos y corredores laterales construidos con inocultables propósitos electoreros que han provocado muchos accidentes, en ocasiones fatales.
El actual Gobierno ha enviado brigadas de Obras Públicas para reparar esos grandes huecos, medida plausible, pero empañada por la percepción de que es una repetición del clásico “borrón y cuenta nueva” sin la debida reparación moral y material por los daños provocados a personas y familias por esos trabajos defectuosos, bautizados por el rumor público como “los hoyos de Gonzalo”, auténtico padre de ese engendro que ahora se corrige, cuando lo adecuado era combinar la acción con el envío a los tribunales del contratista principal y a los ejecutores de esa estafa al Estado dominicano.
Esos hoyos recuerdan los grandes pozos sépticos con que algunos gobiernos y sus funcionarios ensucian nuestra historia, sin que los grandes corruptos sean detenidos para dar ejemplo a los de abajo para que no los imiten apoyados en la lenidad de nuestro desacreditado Poder Judicial.