Los huesos de don Cristóbal

Los huesos de don Cristóbal

JESUS DE LA ROSA
En cuanto al lugar y al sitio en que se encuentran los despojos mortales de Cristóbal Colón existen varias hipótesis al respecto: a) Los restos mortales del Descubridor de América son los que reposan en el Monumento Faro a Colón, los que fueron encontrados, el 10 de septiembre de 1877, por unos trabajadores que llevaban a cabo trabajos de reparación en el Altar Mayor de la Catedral de Santo Domingo…

b) Los despojos mortales del Gran Almirante son los que se encuentran en la Catedral de Sevilla, los que, en diciembre de 1795, fueron desenterrados del lugar donde se encontraban en la Catedral de Santo Domingo y llevados a La Habana, y finalmente, trasladados, en 1899, a Sevilla, y depositados en la Catedral de esa ciudad andaluza; c) Los restos de Cristóbal Colón todavía permanecen enterrados bajo el Altar Mayor del Monasterio de Santa María de las Cuevas de Sevilla; d) los huesos integran el esqueleto de Cristóbal Colón, en tanto que el otro lo conservan los propietarios de la fábrica de loza Cartujana de Sevilla; esta última, sostenida por el historiador de la Universidad Católica Madre y Maestra Carlos Dobal. Cada una de esas hipótesis está basada en argumentos muy bien sustentados.

Cristóbal Colón fue un personaje tan misterioso que a más de 500 años de éste haber alcanzado la gloria, no ha podido establecerse a ciencia cierta su verdadera identidad ni el lugar de su nacimiento; aún persisten dudas acerca del lugar y sitio donde reposan sus restos mortales.

Génova, Savona, Palestrella, Albisoli, Corcería y otras ciudades italianas reclaman ser la cuna del Descubridor. También España ha querido contarlo entre sus hijos ilustres, no faltando en la Madre Patria quien sostenga la tesis de un Cristóbal Colón español.

Cristóbal Colón murió en Valladolid, el 20 o el 21 de mayo de 1506 y fue enterrado en la iglesia del convento de los franciscanos en esa ciudad. El 11 de abril de 1509, los restos del Descubridor fueron trasladados de Valladolid a Sevilla y sepultados en la Capilla de Santa Ana del Monasterio de Las Cuevas.

Por denodado empeño de doña María de Toledo, nueva de Cristóbal Colón y esposa del hijo de éste Diego Colón, el emperador Carlos V le otorgó a la familia del Gran Almirante el privilegio de enterrar a sus difuntos en la Capilla Mayor de la Catedral de Santo Domingo.

Está debidamente documentado el hecho de que los restos mortales del Gran Almirante Cristóbal Colón y los de su hijo Diego fueron enterrados alrededor del 1540 (se ignora la fecha exacta) en el Altar Mayor de la Catedral de Santo Domingo por doña María de Toledo; y que Luis y Cristóbal Colón, hijos de Diego Colón y nietos del Gran Almirante, también fueron enterrados en ese sitio.

La nuera del Descubridor, doña María de Toledo, murió en Santo Domingo y fue enterrada en el piso inferior del Altar Mayor de la Catedral debajo del sepulcro de su esposo Diego Colón.

Los restos mortales de María de Toledo y los de sus hijos Cristóbal y Luis Colón desaparecieron del Altar Mayor de la Catedral de Santo Domingo y no han podido ser localizados.

El 20 de diciembre de 1795, los restos mortales que los españoles entendían y entienden que eran los de Cristóbal Colón fueron desenterrados del sitio en que se encontraban en el Altar Mayor de la Catedral de Santo Domingo y trasladados a La Habana y depositados por orden del teniente general de la Armada española Gabriel Aristizabal y Espinosa en el Altar Mayor de la Catedral de esa ciudad.

Por años, los habitantes de La Española dieron como un hecho cumplido el traslado de los restos mortales del Descubridor de América de la Catedral de Santo Domingo a la Catedral de La Habana, hasta el 10 de septiembre de 1877, cuando aquí se produjo un hecho inesperado que desató la polémica que hoy todavía se mantiene con relación al lugar y al sitio donde descansan los despojos mortales de Cristóbal Colón: El hallazgo de una urna en el presbiterio de la Catedral de Santo Domingo con inscripciones que señalaban que en su interior se encontraban los restos mortales del Gran Almirante Descubridor de Indias. Esta noticia sorprendió a los historiadores de la Real Academia de la Historia quienes calificaron de pura superchería el encuentro de esos despojos en la Catedral de Santo Domingo.

En septiembre de 1898, al verse obligada España a entregarles a los Estados Unidos la soberanía de Cuba, los restos mortales que los españoles entendían que era los huesos de Cristóbal Colón fueron desenterrados de nuevo y embarcados en el puerto de La Habana en el navío «Conde de Venadito» con destino a Cádiz, donde llegaron en los primeros días de enero de 1899. De Cádiz, esos restos fueron trasladados a Sevilla depositados en la Catedral de esa ciudad donde actualmente se encuentra.

¿Dónde reposan los restos mortales de Cristóbal Colón?

A pesar de que los historiadores dominicanos disponen de argumentos de mucho peso para afirmar que los restos mortales del Descubridor de América son los que se encuentran aquí en el Monumento Faro a Colón, debemos de convenir que tales argumentos están basados en evidencias, en pruebas circunstanciales y en interpretaciones de documentos; y que, en sí mismo, no constituyen pruebas. Sólo mediante los resultados que se obtengan de un análisis genético a los huesos que se suponen son los de Cristóbal Colón y los de sus hijos se podrá llegar a conclusiones que no dejen lugar a dudas acerca del lugar y el sitio donde se encuentran los restos mortales del Descubridor de América. Así, y sólo así, se podrá establecer a ciencia cierta si los huesos del Gran Almirante son los que están en el Monumento Faro a Colón o son los que están en la Catedral de Sevilla.

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