Los húngaros acuden a las urnas con Orban como favorito

Los húngaros acuden a las urnas con Orban como favorito

BUDAPEST. AFP. Los húngaros votaban este domingo para renovar el parlamento en unas elecciones en las que los sondeos predicen unánimemente el triunfo del partido conservador del populista Viktor Orban, acusado de deriva antidemócratica en los últimos cuatro años.

Los últimos sondeos de los cinco mayores institutos dan al partido Fidesz entre el 46 y el 51% de los votos, muy por delante de la alianza de izquierda (21 a 31%). El partido de extrema derecha Jobbik, que ha pulido su imagen con bastante éxito, obtendría entre el 15 y el 21% de los votos.

«Espero que la participación sea alta ya que eso facilitaría la instauración de un gobierno fuerte», declaró Viktor Orban, de 50 años, que acudió a votar junto con su esposa en el distrito 12 de Budapest.

En los últimos días, Orban ha multiplicado sus esfuerzos para movilizar a su electorado, ante el miedo a que se queden en casa dando por hecho la victoria.   Unos 8,2 millones de electores están convocados a las urnas para elegir a 199 diputados en unos comicios de una sola vuelta, de los que 106 son elegidos localmente y los otros en una lista nacional de partidos.

«Yo voto por Orban, creo que cuatro años no son suficientes para que un partido pueda cumplir sus planes», estimó Belane Kovacs, una cajera de 34 años interrogada por la AFP en Budaörs, una ciudad ubicada a 18 km al oeste de la capital. «Creo que la economía está en buen camino», añadió.

En estos cuatro años de gobierno en solitario, Orban ha dividido profundamente a la sociedad de este antiguo país del bloque comunista y miembro de la Unión Europea desde 2004.

Gracias a las más de 850 leyes adoptadas sin debate gracias a su mayoría de dos tercios en el Parlamento, su partido ha acaparado todo el poder y los contrapoderes del país, como la prensa y la justicia, pero también la economía, el banco central y hasta la cultura.

Un control tentacular que ni las manifestaciones populares de 2011 y 2012 ni las duras advertencias de Bruselas han logrado resquebrajar.

El partido se ha apropiado de los símbolos nacionales y el que esté contra él, está acusado de traicionar a la patria.

– Mantener la mayoría absoluta. La campaña del Fidesz ha girado esencialmente en torno a la reducción, muy popular, del 20% de los precios de la energía doméstica desde 2013, y que ha hecho olvidar las brutales subidas de impuestos de los años anteriores. Con un 27%, el IVA que aplica Hungría es el más alto de la UE.

Orban, sin oposición dentro de su partido, también se ha atribuido la recuperación económica (1,2% en 2013), pese a que el crecimiento se debe principalmente a las excepcionales cosechas agrícolas.

Ha encomiado asimismo su combate contra la supuesta rapiña de las compañías extranjeras, sometidas -con excepción de los fabricantes de automóviles- a una fuerte imposición. Por este motivo, las inversiones extranjeras directas se han volatilizado.   El gran interrogante es saber si Fidesz conseguirá o no mantener su mayoría absoluta, subrayan los politólogos.

Si no lo logra, Fidesz tendrá que negociar con la oposición, por lo que volverá a haber debate en la vida política húngara, esperan los analistas.

La izquierda, mal organizada y casi inaudible en la campaña, necesita que haya una fuerte participación para inquietar al Fidesz, arguyen los politólogos.

La proporción de indecisos es alta (cerca del 40%) y sus «votos beneficiarán más a la izquierda que al Jobbik que ya ha movilizado a la mayoría de sus electores», explicó a la AFP Endre Sik, del instituto de sondeos Tarki.

Para Ferenc Gyurcsany, antiguo primer ministro socialista (2006-2009) y miembro de la alianza de izquierda, la elección del domingo es «histórica», pues «se trata de elegir entre la libertad y la tiranía».

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