Jerusalén, (EFE).- Los indignados israelíes tomarán de nuevo esta noche las calles para manifestarse contra la carestía de los precios de la vivienda y de la vida, en una protesta inspirada en España y que se ha convertido en la mayor contestación social de la historia del país.

Agrupaciones de estudiantes, profesores, trabajadores sociales, empleados públicos y otros grupos sociales han anunciado ya su participación en las manifestaciones convocadas para esta noche, finalizada la jornada sabática, en las principales ciudades de Israel.

Mujeres y familiares de oficiales de la Policía y del servicio de prisiones también han anunciado que tomarán parte, en representación de sus maridos, que tienen prohibido manifestarse. Los organizadores esperan que cientos de miles de israelíes se unan a las peticiones de moderación de los precios y aumento de salarios, que el pasado sábado fueron demandados en la mayor protesta social del país al lograr convocar a 150.000 personas, la mayoría de ellas en Tel Aviv.

 La principal marcha se iniciará en esa ciudad a las nueve de la noche en la plaza Habima, donde desde hace tres semanas se levanta el campamento de indignados inspirado en los españoles y que ha servido de modelo para otra cuarentena de acampadas en el resto del país.

 Los manifestantes marcharán hasta la céntrica calle Kaplan, donde se celebrará un festival con discursos y actuaciones artísticas. «Vamos a traer autobuses de todo el país y contamos con el apoyo del Ofer Eini, presidente de la Histradrut (unión de sindicatos del país), que ha pedido a los trabajadores que participen en la protesta», declaró el presidente del Sindicato Nacional de Estudiantes, Itzik Shmueli, al servicio de noticias «Ynet»

. En Jerusalén, los indignados se congregarán en la peatonal plaza de Sión, en el centro de la ciudad. También hay convocadas concentraciones, entre otras, en las localidades de Eilat, Ashkielon, Hod Hasharon y Tzemah. La Policía estará esta tarde en alerta en los puntos donde se esperan protestas y tratará de que estas transcurran sin incidentes. EFE