Fue un triunfo contundente y merecido. Los Indios de San Francisco de Macorís consiguieron anoche su primera corona en la Liga Nacional de Baloncesto al vencer 85 por 72 en forma convincente a los Titanes del Licey en el séptimo y decisivo encuentro de la Gran Final celebrada en el Palacio de los Deportes. Ante la más concurrida asistencia de la temporada 2013, con una férrea defensa y ofensiva inmejorable, los de la provincia Duarte consiguieron su primer título en su segunda final consecutiva.

Llegaron ella a base de ganar partidos decisivos en casa ajena: para clasificar a semifinales derrotaron en Puerto Plata a los Huracanes; para alcanzar la final a los Metros en Santiago; y remataron en la final en la capital. El canastero Ramón Ruiz con 22 puntos (13-7 de campo y 6-5 en libres) con seis rebotes, fue el héroe en lo que se estima es el triunfo más significativo de San Francisco en el máximo nivel del deporte nacional; el formidable Robert Glenn 16, Reggie Charles 12 con dos triples; Alberto Ozuna 11 (4-4 de campo, 3-3 libres) Rafael Martínez 10 con seis capturas.

Por los sub-campeones del dirigente José –Boyón- Domínguez, Gerardo Suero terminó con 23, James Thomas 10 con 12 rebotes, Smailin Encarnación 10 en el último cuarto,  James Maye y Dominique Sutton siete, Danilo Núñez seis con dos triples.

Los dirigidos por David Díaz vencieron en una extraña serie en la que ganaron los dos primeros partidos; perdieron los siguientes tres ante unos Titanes que se repusieron de severas lesiones en el primero (Gary Flowers y Benjamín Colón que no jugaron más); y ganaron los dos últimos, en los que volvieron a aflorar lastimaduras de jugadores azules en el sexto choque, como James Maye y Darnell Hinson, mientras Sutton y Juan García salieron con muchos minutos por jugar, por acumulación de faltas. Anoche, una caravana de más de 2,000 personas estaba prevista esperar a los nuevos campeones en SFM.