Los Indios de Cleveland llegaron a la Serie Mundial en el 2016 y perdieron ante los Cachorros de Chicago.
El año pasado sucumbieron ante los Yanquis de Nueva York en la Serie de División, luego de exceder las 100 victorias para ganar la División Central en la temporada regular.
Pero para el 2018, los dirigidos por Terry Francona tienen hambre y la necesidad de darle a la ciudad de Cleveland su primera corona desde 1948.
¿Y cómo lo harán?
Nuevamente contando con una potente ofensiva y un pitcheo destacado que puede frenar a cualquiera en la Liga Americana… y quizás también más allá.
La alineación vio partir a Carlos Santana en la agencia libre, pero sigue contando con un dúo interesante encabezado por José Ramírez y Edwin Encarnación.
Ramírez fue el pelotero más valioso de los Indios por su versatilidad con el madero (.318, 56 dobles, 107 anotadas) y una defensa por encima del promedio en la tercera base.
En el caso de Encarnación, sus números de poder (38 jonrones y 107 remolcadas) lo llevaron a liderar a los Indios.
Agregue nombres como los de Lonnie Chisehall (que viene de probablemente la mejor temporada de su carrera) y el de Francisco Lindor y hay suficiente producción para causar estragos a todos los niveles.
El pitcheo. En la rotación abridora, Corey Kluber, dos veces ganador del premio Cy Young, se mantiene con toda su potencia.
En 2017 se adjudicó su segundo galardón tras poner foja de 18-7 y 2.25 de efectividad, con cinco juegos completos y tres blanqueadas.
También ponchó 265 contrarios y tuvo el mejor WHIP (0.869) del joven circuito.
Junto a él, aparecen Carlos Carrasco, Trevor Bauer, Danny Salazar y Josh Tomlin, cuatro brazos eficientes como abridores.
En el bullpen de los Indios hay muchísimo talento.
Andrew Miller es uno de los mejores del negocio y el cerrador Cody Allen.
Los Indios volverán a echar el pleito en 2018 y con la suerte de su lado, no se sorprendan si logran romper sus 70 años de sequía.