MIAMI.  AFP.  Los robos en Estados Unidos encuentran como blanco fácil a inmigrantes hispanos ilegales que, por temor a una deportación, no reportan los hechos a la Policía y facilitan así los crímenes en su contra, dijeron a la AFP activistas pro-inmigración y autoridades del sector.

 Las víctimas son en su mayor parte trabajadores rurales de Florida y otros estados del sur estadounidense, quienes a menudo cobran sus salarios en efectivo y viven con su dinero a cuestas ya que no disponen de cuentas bancarias, las que no pueden abrir por falta de documentos de identificación. 

«Se cometen muchos robos (a inmigrantes indocumentados), pero muy pocos se reportan a la Policía», dijo Cheryl Little, directora del Centro de asesoramiento a inmigrantes de Florida.  Además del temor de los indocumentados a quedar expuestos ante la Policía, existe en muchos inmigrantes hispanos una sensación de desconfianza en recurrir a los agentes de seguridad.  «Muchos de los trabajadores que son víctimas de estos crímenes provienen de países donde no confían en la Policía, y por eso también son reacios a denunciar», indicó Little.  El número exacto de robos contra hispanos indocumentados «nunca se va a saber» debido a que no se reportan por temor a la deportación.  Por ello, grupos de ayuda a inmigrantes y la Policía están ocupándose de hacer saber que los indocumentados  no se arriesgan a una deportación.