ROBERTO CASADO HUGHES
En mi trabajo anterior titulado “Estados de Densidad Infinita” (Agujeros Negros) del 10 de mayo, decía en la parte final que tanto las leyes de la ciencia como su capacidad de predecir el futuro fallarían totalmente en la singularidad de un agujero negro y que por tanto resultaba imposible para la ciencia responder por el momento acerca de qué hay más allá de ese límite.

Decía también (aunque esta parte fue omitida probablemente por razones de espacio) que existían, sin embargo, algunas soluciones de las ecuaciones de la relatividad general que indican la existencia de los llamados “Wormholes” («Agujeros de Gusanos») especie de túneles ubicados en las cercanías de las singularidades de los agujeros negros de estrellas colapsadas, y sobre los cuales los científicos han tejido toda una maraña de conjeturas que, hasta tanto no puedan ser comprobadas, serán material para escritores de ciencia ficción.

 Especulan que estos “Wormholes” podrían ser usados como “atajos” o “pasadizos” a puntos distantes del Universo, para viajes en el tiempo o bien a otro universo.

Sobre este particular, resulta difícil imaginar cómo estas cosas pueden llevarse a cabo, a no ser que sea a través de un mundo que esté colocado fuera del espacio-tiempo. Si esas ecuaciones de la relatividad general que indican la existencia de esos túneles logran ser conformados en un futuro lejano, se podrá afirmar sin equívocos que finalmente el hombre habrá accesado a un mundo inmaterial donde no existe espacio-tiempo y que parece ser la esencia primigenia de todo lo que existe.

Resulta sintomático que tanto Einstein con sus ecuaciones de la relatividad como Stephen Hawking recurriendo al límite fijado por la energía de Planck (diez millones de billones de giga-electrón voltios) aludan a esos “Estados de Densidad Infinita” (Agujeros Negros) para definir los límites del macro y micro-mundo.

Pareciera que estos misteriosos “Agujeros Negros” (llamados así por primera vez por John Wheeler en 1969) son una “puerta” o una especie de  “Cordón Umbilical” que une dos mundos: uno material (finito) y otro inmaterial (infinito).

La pregunta no se hace esperar: ¿Es lo inmaterial sinónimo de la divinidad? tal vez la ciencia del futuro logre descifrar el enigma pero, en el ínterin, usted cuenta con la filosofía, el misticismo y la religión para calmar su espíritu en lo que llega la respuesta más esperada de la historia de la humanidad.