No a muchas personas les agradan los alimentos integrales, algunas alegan que son insaboros, que no son agradables al paladar, que su exquisitez desdice mucho de los blancos o refinados. Sin embargo, hay más de una razón para elegirlos.
Un muy buen motivo es que por el hecho de ser integrales, mantienen intactas sus propiedades, muchas de las cuales se pierden en el proceso de refinado. Esto, sin duda conviene grandemente al organismo, no solo porque mantiene todos sus componentes naturales, sino porque además la fibra que contienen los hace barredores, o limpiadores, del organismo.
Beneficios de los integrales. La fibra o salvado que contienen, desaparece en el proceso de pulición de los alimentos. La fibra estimula y facilita el proceso digestivo, además de permitir una mayor absorción de las vitaminas que contiene.
En tanto que los productos refinados, como los cereales, pierden toda la fibra y salvado natural y, aunque posteriormente son enriquecidos con variedades de vitaminas, estas adquieren la categoría de artificiales, debido a que son añadidas.
¡Pruébelo! No se deje llevar por el color, es posible que el tono oscuro del pan, las pastas, el arroz, la avena, no le parezca muy atractivo, pero si lo saborea verá que es todo lo contrario; ¿ha comido un rico arroz integral?, ¡no se lo pierda!