Los intereses por encima de todo

Los intereses por encima de todo

Nuestros líderes políticos tienen tan arraigados sus intereses y privilegios, que ni por asomo han logrado ponerse de acuerdo para aprobar, de una vez por todas, el proyecto de ley de partidos que cursa en el Congreso. Por ejemplo, el tema del financiamiento de estas organizaciones es urticante para todos, porque supone una fiscalización que obligaría a rendir cuentas claras. Otra manzana de discordia es el de la simultaneidad de la realización de las primarias, y se sospecha que la disparidad obedece a que tal simultaneidad dificultaría que gente de un partido vaya a votar en otro. Y a nadie parece agradar la posibilidad de que un organismo con autoridad, como la JCE por ejemplo, supervise las primarias, pues esto frustraría las jugadas maestras en que aspirantes son despojados de sus legítimos derechos.

Pero hay más, pues todos parecen rehuir a la reglamentación de la propaganda gráfica y televisiva, y cambios importantes en los requisitos para que una agrupación política obtenga el reconocimiento oficial. Ni siquiera el principio de que lo que es igual no es ventaja, logra que se produzca el esperado consenso para la aprobación de la ley de partidos políticos. Los políticos han actuado todo el tiempo tan por la libre, que no transigen en abrir brechas por las que se les pueda escapar la insana capacidad de maniobra que ha caracterizado su ejercicio. Sus intereses están por encima de las urgencias del país.

UNA PROTECCIÓN NECESARIA

Las denegaciones y regateos de servicios y procedimientos clínicos, en perjuicio de los afiliados a la seguridad social, son un punto negro en esta conquista social tan importante. Hasta ahora, los asegurados que de alguna manera son abusados por medio de denegación de servicios o cobros indebidos, han estado abandonados a su suerte. Sin embargo, surge un elemento alentador pues la Dirección de Información y Defensa del Afiliado (DIDA) anunció su propósito de instalar al menos 35 defensorías en igual número de prestadoras de servicios de salud, para atender los reclamos y quejas de los asegurados.

Aprovechamos para estimular a la DIDA a realizar una campaña permanente de orientación para que los asegurados conozcan en todos sus detalles los derechos que les garantiza la ley de seguridad social. Estas defensorías son un paso importante y necesario, en beneficio de los asegurados.

 

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