Los inversionistas de Leonel Fernández

Los inversionistas de Leonel Fernández

POR ARTURO MARTÍNEZ MOYA
Como nunca llegan las inversiones extranjeras que anuncia el Presidente Fernández, me refiero a las que crean riquezas y empleos productivos, porque las mencionadas por el Banco Central en sus informes vienen a especular en el mercado monetario, hace tiempo que la gente dejó de creer en ellas.

Desde agosto del 2004, suman miles de millones de dólares las inversiones anunciadas que se han quedado en el camino y cientos de miles de empleos prometidos que sólo han creado falsas ilusiones. Lo contrario ha sido lo real, en tres años de gobierno se han perdido más de cien mil empleos en todo el país.

Si el Citibank vendió una buena parte de su cartera y se instaló en Centroamérica, si Verizon también se fue y lo mismo hizo Centenial, si Falconbridge ya no tiene los accionistas originales, si Shell después de casi cien años en el país decide irse a su Estuario en Holanda y vender sus activos a dominicanos, sólo porque no aparecieron extranjeros dispuestos a venir e invertir en el negocio, algo grave sucede con la política económica del Presidente Fernández que ahuyenta las inversiones, de modo que el ambiente no es de entrada si no de salida de capitales. Calculan que sus inversiones en el país se devalúan, como ejemplo tómese el caso de Shell, calculó que el valor actual neto de sus ingresos esperados es 300 millones de dólares, pero la actual política económica que genera riesgos de precios, macroeconómicos, de instituciones y sectorial,  la devaluaría a -50 millones en algunos años; de 86% es la probabilidad de tener un valor actual neto esperado negativo (el cálculo: -50xp+300x(1-p)), por lo que lo razonable es vender ahora.

Por la existencia de esos riesgos es que nunca vinieron los inversionistas asiáticos anunciados por el Presidente Fernández; se recuerda que desde Japón habló de la entrada de inversiones por miles de millones de dólares, y todavía lo estamos esperando; de inversiones en altas tecnologías del oeste de Estados Unidos, nadie sabe por donde andan; que españoles, ingleses, alemanes, vendrían con los bolsillos llenos de euros, ni como turistas se acercaron. Ahora se va a Brasil y desde allá bombardea nuevas inversiones, cuando la realidad es que aumentó el endeudamiento público, que ya supera los 16 mil millones de dólares, 7 mil millones de dólares más que el balance a agosto del 2004. Se comprometió con créditos de suplidores para adquirir aviones y guaguas, Brasil fijando los precios y las condiciones crediticias. Por costosos, comparados con el mercado de capitales, son créditos que los países tienden a rechazar, sin embargo, el Presidente Fernández los acepta de muy buenas ganas.

Las nuevas inversiones serían para producir etanol a cargo de la empresa Infinity Bio-Energy, dijo que invertiría 120 millones de dólares en dos fases, y que la primera comenzaría en Boca Chica tan rápido como en 60 días, que se molerará entre dos y dos millones y medio de toneladas de caña sólo en su primera etapa. Con escepticismo los dominicanos recibimos el anuncio, porque es muy dificil que con capital propio inversionistas extranjeros se van arriesgar en un negocio que aún permanence en la oscuridad desde el punto de vista de su factibilidad financiera, además de que antes evaluarían porqué el ambiente es de salida y no de entrada de capitales. Varios son los puntos oscuros, citemos algunos. Primero, y asumiendo un rendimiento de 1.3 toneladas de caña por hectárea sembrada, parámetro promedio de la industria del azúcar en República Dominicana hasta cierta fecha, en terrenos se necesitarían no menos de 30 millones de tareas que el Ingenio Boca Chica hoy no tiene disponible, para completarla habría que iniciar un proceso de negociación con colonos, lo que obviamente llevaría mucho tiempo. Segundo, la factibilidad de la producción de etanol puede ser buena en Brasil y diferente en República Dominicana, muchas son las variantes internas que es necesario considerar para hacer un flujo de efectivos; además, el asunto depende de la apertura de los mercados de Estados Unidos y Europa, lo que todavía está en veremos. Por ejemplo, en el Congreso de los Estados Unidos todavía se discute un proyecto de ley de energía para en 2022 usar 36 millardos de galones de biocarburantes de producción local e importado, mientras en europa el estimado es usar el 10% del combustible de transporte pero en 2020.

Tercero, la caña de azúcar tiene fuerte competencias; recientemente se descubrió que el azúcar de frutas, como manzanas y naranjas, y a un costo relativamente menor y con mayor rendimiento en energía, podrían ser convertidas en combustibles para autos, estimándose que el rendimiento podría superar en 40% al del azúcar de caña. Cuarto, los inversionistas esperan que las potencias internacionales redacten, discutan y se pongan de acuerdo para establecer normas internacionales que evite deforestación y reducción de cultivos alimenticios. Quinto, el entusiasmo inicial de inversionistas norteamericanos y europeos, en lugar de aumentar se ha venido reduciendo de manera significativa en los últimos tiempos, así lo evidencia la disminución en la producción de etanol en los Estados Unidos y la caída del precio de las acciones. Mientras por aquí el Presidente Fernández hace anuncios apartados de la realidad.

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