LOS ANGELES. EFE REPORTAJES. Los Jackson”, podría ser el título de un drama de éxito que sigue a una familia de raza negra y pocos recursos que ve como uno de sus miembros se convierte en un rico y famoso «monarca» de piel blanca, admirado y denostado al mismo tiempo, que termina por morir repentinamente dejando tres hijos de paternidad cuestionable.

El guión de esta imaginaria telenovela incluiría una gran herencia, un testamento que olvida al padre y a los hermanos, una investigación policial, buenas dosis de tribunales y unos personajes secundarios que contribuirían desestabilizar la frágil armonía familiar.

Un argumento que podría reproducir el día a día del entorno que rodeó a Michael Jackson, y en algunos casos sin necesidad de dramatización.

De origen humilde, los Jackson representan la conquista del sueño americano a través de la música, obsesión del autoritario patriarca, Joseph, guitarrista de blues que marcó la disciplina artística de sus hijos con la amenaza de los golpes de su cinturón.

Lejos quedaron los tiempos en los que los pequeños Jackson, nueve en total, se hacinaban para dormir en dos habitaciones de su casa de Gary en Indiana, una infancia que se desvanecería pronto para Michael, que a sus cuatro años ya daba muestras de su talento.

El plan de Joseph «Joe» Jackson comenzó a cuajar con los Jackson Five, agrupación formada por sus cinco hijos varones de más edad, con Michael como cantante, que arrasaría en las listas de venta a finales de los 60 y durante la década siguiente.

Años de ensayos, conciertos y aduladores en los que Michael jugaría poco con otros niños de su edad y sería educado por los tutores que les acompañaban en sus giras.

Las constantes burlas de sus hermanos al rostro de Michael cuando era niño,  resultaron traumáticas a la postre y se evidenciaron en las futuras metamorfosis del artista, que nunca pareció conforme con su aspecto físico.

El éxito profesional, sin embargo, no llevó la felicidad al seno de los Jackson, cuyas vidas quedaron eclipsadas públicamente por la fama mundial de Michael, quien logró independizarse del control familiar y terminó por construir un imperio multimillonario que le permitió refugiarse del mundo.

El cantante que rechazó convertirse en un adulto erigió en Neverland el paraíso en el que le habría gustado pasar su infancia y donde se rodeó de niños, un caldo de cultivo para las futuras denuncias de abusos a menores que nunca llegaron a prosperar en un tribunal, pero que terminarían por ensombrecer su imagen.

La Toya y Janet

Pasado el momento artístico de los hermanos Jackson, fueron La Toya y, especialmente, Janet, las únicas integrantes del clan que lograron hacer carrera discográfica.

Janet, con desórdenes alimenticios, escandalizó a EEUU cuando enseñó uno de sus pechos en su actuación con Justin Timberlake en la final de la Super Bowl de fútbol americano en 2004, y durante años sufrió el acoso de un admirador que la obligó a pedir judicialmente una orden de alejamiento.

La Toya, por su parte, fue más rebelde. Portada de la revista PlayBoy para desagrado de sus padres, publicó el libro autobiográfico “La Toya: Growing Up In The Jackson Family” (1990) en el que denunció los abusos físicos y verbales a los que le sometió Joe durante su infancia. La Toya fue la única integrante de la familia que llegó a criticar el comportamiento de Michael con los niños, que calificó de “peligroso” en 1993, aunque se desdiría años más tarde y achacaría sus testimonios a las presiones de un marido violento. La familia aparecería junta en apoyo de Michael Jackson en 2005 y 2006 en los juicios por pederasta, una unión que volvió a demostrarse ante el repentino fallecimiento del artista.

Reservado y desconfiado, el “Rey del Pop” evitó que sus parientes se entrometieran en sus asuntos en vida.

La clave

1. El padre

El plan de Joseph “Joe” Jackson comenzó a cuajar con los Jackson Five, agrupación formada por sus cinco hijos varones de más edad, con Michael como cantante, que arrasaría en las listas de venta a finales de los ‘60 y durante la década siguiente.  La muerte de Michael Jackson sin duda cierra una etapa en la música contemporánea y en la vida de este clan del cual se seguirá hablando mucho.