POR BINGENE ARMENTEROS
Las esculturas son un género del arte que por su estructura física pueden habitar en diferentes espacios. Diferente a los cuadros o a las fotografías, estas no solamente se cuelgan en las paredes si no que también se encuentran en los exteriores de las casas, los museos, o las colecciones. Se ven en el centro de una plaza, en los jardines, al lado de las autopistas, etc. Las esculturas ocupan un espacio concreto en la arquitectura.

Residen en nuestro espacio. Son elementos importantes del arte, elementos esenciales para una colección que a su vez se prestan para crear jardines esculturales así es el caso de los Jardines de Milles o los Millesgården en Estocolmo, Suecia.

Situados en la isla Lindigo que pertenece a la ciudad de Estocolmo, Millesgården es la creación del escultor sueco, Carl Milles (1875-1955) quien en 1906 junto a su esposa Olga compraron el terreno donde construyeron una casa que la habitaron toda su vida. En 1936 Milles creó una fundación con el propósito de inaugurar su jardín escultórico. Hoy en día la fundación sigue manteniendo el huerto y las obras de Milles. Millesgården una de las atracciones turísticas más populares de la ciudad. Están localizados en Herserudsvägen 32, Lidingö y abren el año entero. De mayo a septiembre en su temporada alta están abiertos todos los días de 11 a.m. hasta las 5 p.m. y en temporada baja de martes a domingo de 12 p.m. a 5 p.m.

La entrada a Millesgården es a través de una galería creada en el 1948 para darle oportunidades a nuevos artistas. Esta rodeada de grandes ventanales altos que permiten ver parte del jardín y de Estocolmo. Al salir, se llega al jardín que tiene una fuente monumental con las esculturas de Milles. El huerto es amplio y hay instantes que uno se siente que está sumergido en un bosque salvaje en donde como ninfas de la mitología salen las esculturas de Milles.

En Millesgården también se puede ver la mansión donde Olga y Carl vivían. Esta está escondida tras los matorrales y las esculturas. En la casa se exhiben obras de Olga, también una artista talentosa, y moldes de esculturas monumentales del escultor. Además uno puede obtener información sobre la vida y el trabajo de ambos artistas.

Como todo jardín escultórico que hasta ahora he visitado, el complejo en si es la verdadera obra de arte. El ambiente natural con sus construcciones arquitectónicas y sus esculturas habitan en perfecta sinfonía recordándome que las esculturas son una forma de arte que se puede disfrutar en el exterior e interior.